El Barça de basket, como el de fútbol, ha cambiado muchas piezas. En verano se marcharon Calathes, Exum, Hayes-Davis, Smits, Davies y Oriola, y llegaron Satoransky, Paulí, Kalinic, Da Silva, Vesley y Tobey, sustituto temporal del lesionado Mirotic. En la Supercopa, el equipo de Jasikevicius compitió hasta el final (con prórroga incluida) con el Real Madrid, pero la derrota evidenció los enormes problemas para frenar a Tavares. En los próximos meses, el Barça estará atento a los descartes de la NBA.
Jasikevicius activó su particular revolución tras detectar que a su equipo le faltaba carácter. El técnico quiere un Barça mucho más intenso, con “más mala leche” que el de la pasada temporada. También quiere un Barça más dinámico y rápido, motivo que explica el cambio de Calathes por Satoransky. El griego es mejor director, pero ralentiza mucho el juego. Y el base checo tiene mejores porcentajes de tiro.
Dudas en el juego interior
En la búsqueda de una nueva identidad, el Barça parece solvente en el juego exterior, con Satoransky, Jokubaitis, Laprovittola, Higgins, Kuric y Abrines como principales referentes. En la pintura, sin embargo, hay dudas.
El fichaje de Kalinic, que puede jugar de alero o ala-pívot, ha sido muy bien recibido en el Palau Blaugrana, donde hay más dudas sobre el rendimiento de Vesely, un pívot que tendrá la difícil misión de sustituir a Davies. La lesión de Mirotic es un problema añadido para un Barça con urgencias.
Menos presupuesto
La pasada temporada, la sección de baloncesto tuvo un presupuesto de 42 millones de euros, de los que 34,8 millones se destinaron a pagar las fichas de los técnicos y jugadores del primer equipo. Para el curso actual, Laporta anunció una reducción del presupuesto del 5%.
La activación de las famosas palancas, sin embargo, también pueden tener un impacto positivo en el equipo de baloncesto. De momento, el Barça da su plantilla por cerrada, pero fuentes del club admiten que esperarán a ver los descartes de la NBA.
El factor Tavares
El Barça puede cortar a Tobey cuando quiera. Y el pívot, también puede romper su compromiso de manera unilateral. Él sería el sacrificado si el club encontrara una pívot de garantías. Y en el Palau recuerdan que Jasikevicius quiere pívots con buena mano, solentes en el lanzamiento a media y larga distancia. Pero el factor Tavares puede modiicar sus planes, a la espera de que se consolide Nnaji.