Partidazo y récord histórico. El fútbol femenino está de enhorabuena y vuelve a mandar un mensaje muy importante a las masas: reclama más atención. Los 91.553 espectadores que han acudido este miércoles al Camp Nou para ver el clásico de la vuelta de los cuartos de final de la Champions League simbolizan un grito que ya ha pasado a la historia del deporte.
Nunca antes se congregaron tantos aficionados para ver un partido de fútbol femenino en directo. El anterior registro más alto, sin embargo, era difícil de superar: 90.185 aficionados en un Estados Unidos-China del Mundial Femenino de 1999 que se jugó en el estadio Rose Bowl de California. El tercer dato más importante se anotó en 2012 con 80.203 hinchas que se congregaron en Wembley para un Estados Unidos-Japón.
Remontada antológica
El encuentro, además, estuvo a la altura de este hito histórico (5-2; 8-3 de global). Las jugadoras del Barça, dirigidas por Jonathan Giráldez, volvieron a mostrar su arrolladora superioridad sobre un Real Madrid que poco a poco tiene cada vez mejor pinta. Empezaron mandando las locales, pero empató el Madrid y en el segundo tiempo se pusieron por delante gracias a un golazo de Zornoza casi desde medio campo.
La blanca pilló por sorpresa a Sandra Paños, pero sus compañeras de azulgrana arreglaron el desaguisado y lideraron una tremenda remontada. Llevadas en volandas por el Camp Nou, Aitana Bonmatí, Claudia Pina, Alexia Putellas y Caroline Hansen marcaron los cuatro goles que voltearon el luminoso y dejaron otra noche histórica para el recuerdo con el clásico y, sobre todo, las mujeres como protagonistas.