El Mundial de Francia acapara el centro de todas las miradas o, al menos, de muchas más de lo que algunos auguraban. El fútbol femenino es una realidad de presente, con mucho pasado, pero más futuro. La cita mundialista ha congregado a las mejores selecciones en Francia donde poco a poco grandes potencias han abandonado su aventura hacia la mayor de las coronas. La final será entre la vigente campeona, Estados Unidos y Holanda, vigente campeona de la Eurocopa 2017.
España cayó eliminada ante la vigente campeona, Estados Unidos, siendo superior a las norteamericanas y en el camino también se han quedado otras selecciones como Brasil, Japón, Suecia, Francia o Alemania. El deporte femenino es tan cruel y glorioso como el masculino. Mismas normas, casi mismas condiciones, pero no mismo apoyo institucional y económico.
Un ejemplo claro es este Mundial, la última cita internacional en la que se presupone que la desigualdad entre hombres y mujeres será tan exagerada. Las cifras vislumbran una realidad irrefutable. Actualmente, la FIFA abona casi 18 veces más a los deportistas masculinos que a sus homólogas femeninas por su presencia en el campeonato internacional. El claro ejemplo, y sin la invalidez que a veces otorga el tiempo, es el Mundial de Rusia del verano pasado.
Francia se proclamó campeona. Croacia quedó subcampeona e Inglaterra y Bélgica disputaron la final compensatoria. Plantillas de hasta 23 jugadores por los que la FIFA abonó alrededor de 7.200 euros al día por cada futbolista a sus respectivos clubs. En total, 209 millones de euros que se destinaron a los clubs y las asociaciones que apoyaron a la competición. Una cifra que supera por 18 el pago que se realiza a los clubs femeninos que aportan jugadoras para el Mundial, que asciende a 405 euros al día.
Una diferencia abismal
Millones para el fútbol masculino que no se traducen en una cifra ni cercana en el deporte femenino. En total, los más de 198 clubs que se benefician de esta condición suman un presupuesto de tres millones de euros. Una cifra que clubs como el Real Madrid superaron con creces el pasado Mundial de Rusia. Los blancos se embolsaron 3,3 millones de euros como número uno en el ránking tras aportar 16 futbolistas, según apunta el estudio realizado por Apuestas-deportivas.
El Barça, que llevó a la fase de grupos a 15 jugadores al Mundial de Rusia --siendo el segundo equipo con mayor representación --se embolsó tres millones de euros mientras que ahora por llevar también a 15 mundialistas, siendo el club más representando en esta edición femenina, percibirá 77.000 euros por la misma norma.
En grandes cifras, tres equipos masculinos se llevaron 9'5 millones de euros en Rusia. Casi el triple que lo que percibirán todos los clubs con sección femenina. Una desigualdad evidente que todavía no se equipara en un Mundial femenino y que está años luz de las cifras que se manejan en el deporte masculino.
Una foto de las jugadoras de la selección española tras perder ante Estados Unidos en el Mundial de Francia / EFE
Una condición que no se entiende si además procede del mismo organismo que organiza ambas competiciones, no de empresas privadas, sponsors o patrocinadores. Asimismo, y para más inri, las cifras son preocupantes si se analiza la evolución de ambas competiciones. Mientras el precedente de Rusia era Brasil 2014, los pagos tampoco han mejorado respecto al Mundial femenino de Canadá 2015.
En el campeonato que acogió el país carioca hace cinco años se repartieron en total 60 millones de euros, una cifra que incrementó el pasado verano en 150 millones. En cuatro años la FIFA aumentó su presupuesto a más del doble, y en cambio, no lo ha hecho con las féminas de forma equiparable en porcentajes. La FIFA apuesta y avanza, pero todavía mantiene diferencias irrefutables entre los participantes del mismo deporte.