"Ya lo viví hace siete años", el Marsella explota contra el Real Madrid tras el polémico penalti en Champions

La estrategia del Real Madrid surte efecto. Los vídeos de la televisión merengue, las protestas de su entrenador, Xabi Alonso, y el informe que la entidad blanca enviará a la FIFA con los supuestos errores arbitrales generaron un contexto muy favorable. Ante el Marsella, el pasado martes, el Madrid ganó con un penalti que no era (2-1).

Con tablas en el marcador, en la segunda parte, Vinicius intentó un disparo con la punta de su bota derecha. El defensa del equipo galo tapó la intentona merengue con una segada. Después de interceptar el chut con la bota, el balón le fue a parar al brazo, que iba camino de apoyarse en el suelo. Irfan Peljto, arbitró principal, señaló la pena máxima.

Recuerdos de Vietnam

Kylian Mbappé no perdonó desde los once metros. Antes, ya había empatado el gol inicial del Marsella también de penalti. La acción señalada por el colegiado bosnio levantó la ira de la entidad francesa.

Tras los 90 minutos, Mehdi Benatia, director deportivo y exjugador de la Juventus, explotó ante los micrófonos y recordó cómo también los árbitros pitaron en su contra cuando, como futbolista, en 2019, remontó con la Vecchia Signora un 0-3 en contra en el Bernabéu.

El mundo del fútbol despierta

"Es un penalti muy difícil de aceptar, pero yo ya lo viví hace siete años. Tengo el mismo sentimiento", expresó, enfadado, el ahora secretario técnico del Marsella. Roberto de Zerbi, entrenador del equipo galo, tampoco pudo quedarse callado.

El dudoso penalti de Mehdi Benatia a Lucas Vázquez en 2018 REDES

Kylian Mbappé celebra su doblete de penaltis en el Real Madrid-Olympique de Marsella EFE

"Nunca es penalti, pero ya lo sabes mejor que yo... el Real Madrid, el día antes del partido, genera todo el ruido. Es increíble. No quiero hacer política, así que nada más. No es penalti en la vida". Así denunció De Zerbi la presión que ejerce sobre los árbitros la institución merengue. El Real Madrid volvió a salirse con la suya, aunque los rivales ya no se quedan callados.