Publicada
Actualizada

El Real Madrid venció el clásico y se durmió en los laureles. En las dos últimas jornadas de Liga, se ha dejado cuatro puntos por el camino con dos empates seguidos. La revolución de Xabi Alonso ha quedado reducida a la nada. El técnico tolosarra no ha podido imponer su idea de juego y en la gran mayoría de duelos directos ha salido perdedor. El Liverpool y el Atlético de Madrid bajaron de la nube imaginaria a las estrellas madridistas, apáticas y carentes de actitud e intensidad.

El Elche de Eder Sarabia, un técnico de influencia cryuffista, volvió a dejar en evidencia al equipo capitalino en un intercambio de golpes que terminó en tablas (2-2). Xabi Alonso tuvo que recurrir a cracks de la talla de Vinicius Jr y Fede Valverde para salir del atolladero, pero los gladiadores ilicitanos no dieron tregua. Como de costumbre, Thibaut Courtois salvó los muebles bajo palos y Kylian Mbappé inquietó con sus cabalgadas, demasiado aislado en campo rival. Pocos jugadores merengues se libran de la quema.

Zaga superada

Jude Bellingham fue otro oasis de lucidez en la anarquía del caótico ataque madridista. La innovadora línea defensiva de tres jugadores, importada del Bayer Leverkusen, tenía boquetes en los costados. Dean Huijsen marcó un gol, pero volvió a pecar de blandura, sobre todo, en el juego aéreo, a pesar de sus 196 centímetros de altura.

Álvaro Rodríguez supera a Raúl Asencio para marcar el segundo del Elche al Real Madrid

Raúl Asencio, más arropado por dos compañeros en el eje de la zaga, defendió las acometidas locales con más contundencia, pero quedó retratado en el tanto del canterano merengue Álvaro Rodríguez. El delantero uruguayo se fabricó el espacio para anotar el segundo tanto del Elche, después de quebrar al central canario con una finta. Álvaro Carreras, desplazado del lateral a tercer central, sufrió con los constantes desbordes y carreras de Héctor Fort

Autopista por los carriles

Dani Ceballos, llamado a llenar el vacío de Toni Kroos, aun salvando las distancias, no supo imponerse a los centrocampistas del Elche en la medular, a diferencia de Arda Güler, mejor acoplado al sistema. Fede Valverde, introducido en el minuto 57, dio más sentido a la circulación de balón cerca del área rival, en los momentos de mayor acoso madridista.

Trent Alexander-Arnold golpea el balón en el Elche-Real Madrid EFE

Trent Alexander-Arnold, una de cal, otra de arena. El flamante fichaje merengue, especialmente activo en ataque, sacó el centro que terminó en el polémico empate a dos de Bellingham, con falta no pitada de Vinicius a Iñaki Peña. Aun así, la mitad de sus envíos por alto llegaban a ninguna parte, sin destinatario final. Tras desfondarse en ataque, no regresaba a defender en las transiciones y descuidaba su espalda. Una carencia similar, adolecida por Fran García en el carril izquierdo.

Pólvora mojada

En la punta de lanza, Rodrygo Goes encadenó su partido número 29 sin anotar gol. El delantero brasileño deambula perdido en el esquema, sin olfato goleador ni química en las combinaciones con sus compañeros. Vini, ingresado de revulsivo en el 57, tampoco sirvió de socio a Mbappé en las intentonas para dar la vuelta al marcador.

Rodrygo Goes, en acción durante el Elche-Real Madrid EFE

Ni el equipo vence, ni convence. En apenas tres meses de competición tras el Mundial de Clubes, el propio vestuario ya duda del liderazgo y las aptitudes de Xabi Alonso para regresar a la senda de los títulos. 

Noticias relacionadas