El mayor escándalo de los octavos de Champions solo podía ser protagonizado por el Real Madrid. La clasificación del equipo merengue a los cuartos de final queda muy manchada por la influencia del VAR en el triunfo contra el Atlético de Madrid en la tanda de penaltis (2-4). La influencia del arbitraje benefició a los pupilos de Carlo Ancelotti al anular, sorpresivamente, el gol de Julián Álvarez.
La tanda de penaltis estaba igualada. Con dos aciertos por equipo. Pero antes de darse la definición de Fede Valverde, el VAR señaló que Julián golpeó el balón con los dos pies, lo que anuló su gol. Ninguna de las imágenes mostradas por la televisión reflejan una acción que sentenció al equipo de Diego Simeone. Con ello, el Real Madrid sacó ventaja y selló su boleto a la siguiente ronda de la Champions, donde medirá fuerzas con el Arsenal.
Arde el Metropolitano
El partido comenzó de la mejor manera posible para el Atlético de Madrid: gol en la primera jugada. Los futbolistas rojiblancos sorprendieron a la defensa merengue con una acción a toda velocidad que terminó con el tanto de Conor Gallagher. La afición estalló de euforia en el Metropolitano, creando un ambiente que hizo temer lo peor al Real Madrid.
Gallagher festeja su gol anotado contra el Real Madrid en el Metropolitano
Los pupilos de Ancelotti se intentaron rehacer con el balón. Pero la realidad es que el Real Madrid es un equipo sin ideas colectivas. Dependen excesivamente de los destellos individuales de Vinicius, Mbappé o Rodrygo. El Atlético estuvo muy cómodo con su forma de defender y encontraron varias vías para llegar al arco de Courtois. La falta de precisión evitó que la ventaja al descanso fuera más amplia.
Homenaje a Ramos
El Atlético regresó del descanso con la misma energía para distanciarse más en el marcador. Julián Álvarez supuso una amenaza para la línea defensiva, pero fue Vinicius el que tuvo la gran ocasión de igualar el partido. El árbitro cobró penalti a favor de los merengues por un agarrón de Lenglet.
La frustración de Vinicius tras fallar un penalti contra el Atlético de Madrid
Sin embargo, Vinicius decidió hacer un homenaje a Sergio Ramos tras mandar el balón a la grada superior del Metropolitano. El extremo brasileño se llevó las manos a la cabeza tras desperdiciar una enorme oportunidad. De no ser por la poca eficacia de los jugadores del Atlético, el equipo blanco habría caído derrotado en los 90 minutos.
Máxima tensión
Correa y Sorloth fueron los principales argumentos del Atlético en la prórroga. El atacante argentino para conducir y el delantero noruego para cazar cualquier balón en el área. De esa forma intimidaron a Courtois con dos jugadas que casi se traducen en otro gol colchonero. Por su parte, los merengues se bloquearon en cada posesión en campo rival.
Los minutos finales de la prórroga fueron un cóctel de emociones. La tensión se respiró en el feudo colchonero. Atlético y Real Madrid buscaron el gol de la clasificación para evitar la tanda de penaltis. Pero fue inevitable. Los dos equipos no se sacaron ventaja en el tiempo extra y fueron a la última instancia, donde Ancelotti decidió sacar a Vinicius tras su fallo en la segunda parte.
Polémica descomunal
El partido se había desarrollado sin polémicas, pero en la tanda de penaltis no podía faltar la ayuda arbitral al Real Madrid. Mbappé y Sorloth no fallaron sus respectivas ocasiones. En la siguiente ronda le tocó a Bellingham, que no falló. El escándalo se dio con Julián Álvarez, a quien anularon su gol por haber tocado presuntamente el balón con los dos pies.
Los jugadores del Atlético se lamentan por la derrota en la tanda de penaltis
Oblak se repuso para atajar el disparo de Lucas Vázquez, dándole al Atlético una vida extra. Pero Marcos Llorente estrelló el balón en el travesaño y la oportunidad pasó a Rudiger, que logró agitar las redes. La historia se repite. El Real Madrid vuelve a superar al Atlético y con otra polémica arbitral a su favor.