El Real Madrid encalla en la Liga. El Sadar, una vez más, fue una pesadilla para el equipo madridista. Un penalti transformado por Budimir neutralizó el gol inicial de Mbappé. Osasuna, con más deseo, frustró al Madrid, condicionado por la expulsión de Bellingham. El Barça, que el lunes recibe al Rayo, atrapará al conjunto de Carlo Ancelotti en una Liga al rojo vivo, con el Atlético como tercer invitado.
Ancelotti cambió tres piezas y, de entrada, alineó a Courtois; Valverde, Asencio, Tchouameni, Fran García; Modric, Bellingham, Camavinga; Brahim, Mbappé y Vinicius. No quiso asumir más riesgos el técnico italiano, tras el empate contra el Atlético.
El gol de Mbappé
El Real Madrid arrancó el partido con intensidad ante un Osasuna que, históricamente, ha sido un rival muy duro en El Sadar. El buen juego madridista tuvo premio al cuarto de hora, con el gol de Mbappé.
Mbappé celebra su gol a Osasuna
El gol calmó al Real Madrid. Osasuna reaccionó bien y el partido entró en una nueva fase, con más intercambio de golpes. Courtois, siempre Courtois, evitó con un gol osasunista con una mano prodigiosa para desviar un remate de Aimar Oroz.
La expulsión de Bellingham
Osasuna apretaba y el Real Madrid respondía con rápidas transiciones. El partido estaba donde esperaba Ancelotti, pero su plan no contemplaba la expulsión de Bellingham, a los 40 minutos, por insultar o menospreciar al árbitro.
Munuera Montero expulsa a Bellingham
Budimir, tras marcar de penalti
Osasuna, más ambicioso en los primeros minutos de la segunda parte, sorprendió al Real Madrid, y Budimir, de penalti, empató para los navarros. Los rojillos incluso pudieron ganar, pero también Mbappé pudo marcar de nuevo. No hubiera sido justo.