El Real Madrid ha sido, históricamente, un club muy beneficiado por los arbitrajes. En España y en Europa. Etiquetado como el equipo del régimen, sobre todo durante la dictadura franquista, el Madrid ha recibido grandes ayudas en la Copa de Europa o en la Champions. Varios rivales se sintieron robados, sobre todo en el Santiago Bernabéu, pero hace 40 años se vivió un capítulo que todavía indigna a su protagonista. Y a sus antiguos compañeros.
En el Bernabéu, el Real Madrid ha protagonizado grandes remontadas. Algunas, con Juanito y Santillana como protagonistas. Más recientemente, con Cristiano Ronaldo como estrella. Muchas hazañas están bajo sospecha. Entre ellas, la victoria contra el Rijeka en los dieciseisavos de final de la UEFA, en 1984.
La escandalosa expulsión
El Real Madrid había perdido en la ida por 3-1. Pintaban bastos en el Bernabéu porque el equipo croata, entonces yugoslavo, perdía solo por 1-0 cuando faltaban 15 minutos para el final. Fue entonces cuando el árbitro belga Roger Schoeters expulsó a Damir Desnica.
Schoeters se cargó a Desnica con dos tarjetas amarillas seguidas. La primera por lanzar el balón fuera del campo. La segunda, por protestar. Curiosamente, Desnica es sordomudo de nacimiento.
"El árbitro nos robó con las tres expulsiones, decidió robarnos el partido. Me expulsó de forma injusta y utilizó todas las técnicas posibles para evitar nuestra victoria. El penalti se lo inventó y el Madrid nos remontó después de tres expulsiones y ese penalti", escribió Desnica tras ser consultado por la Cadena SER.
El recuerdo de Desnica
El entonces jugador del Rijeka añadió: "Todavía hoy sigo sin entender por qué me sacó la segunda amarilla. El árbitro pitó una falta, pero yo no oí el silbato y seguí corriendo. Cuando vi que todo el mundo se paraba decidí lanzar el balón fuera y me sacó la primera amarilla. Y después me sacó la segunda y me expulsó. Me dijo que había protestado. La UEFA decidió suspender de por vida al árbitro y creo que es la mejor decisión que podían tomar. Ayudaron al Madrid porque hubiese sido una vergüenza que un modesto les eliminara. Fue una absoluta injusticia".
En la nefasta noche del Bernabéu, el Rijeka perdió por 3-0. Unos meses después, pero ya en 1985, el club blanco ganó la UEFA tras imponerse en la final al Videoton por un marcador global de 3-1.