El Real Madrid se ha quemado en el infierno de Mestalla. Todos los ojos estuvieron sobre Vinicius por su regreso al estadio donde sucedió la polémica de los insultos de índole racista que recibió de un grupo de aficionados en la temporada pasada, por lo que el ambiente fue bastante hostil para la causa merengue. El brasileño pudo hacerse notar con un doblete que permitió a los suyos (2-2) evitar una dolorosa derrota contra el Valencia CF.
El pinchazo del conjunto de Ancelotti deja al FC Barcelona con el potencial de recortar puntos en su sueño de pelear por la Liga. Actualmente, el Real Madrid cuenta con 66 puntos, mientras que el Girona se mantiene cerca con 59 y el Barça con 57. Una victoria de los dos equipos dejarían la diferencia por el liderato mucho más reducida.
El Madrid hace aguas
El Valencia CF salió con ganas de apretar al conjunto merengue en la primera mitad. No tanto con una presión alta, sino en la disputa de los balones. Esa intensidad de los dirigidos por Baraja --sumado a la intensidad de la afición en Mestalla-- hizo dudar mucho al Real Madrid, que cometió un par de errores groseros que permitieron los goles de Hugo Duro y Yaremchuk antes del descanso.
Los merengues fueron un mar de dudas. Mestalla hizo su trabajo en el primer tiempo. Lo único que salvó a los de Ancelotti de alcanzar el descanso con una desventaja mucho más grande fue la cuota de suerte que estuvo en el desvío que permitió a Vinicius empujar el balón para descontar. El brasileño no dudó en celebrar su tanto alzando el puño hacia arriba mientras miraba la grada del estadio que protagonizó los insultos del año pasado.
Vinicius sale al rescate
La segunda mitad tuvo una dinámica similar. El Valencia buscó generar ataques a gran velocidad a partir de los robos de balón, lo que les permitió contar con una ocasión de oro para ampliar su ventaja, pero la pierna de Lunin impidió ese escenario. Ancelotti decidió agitar el árbol con varios cambios para volcar más al equipo en campo rival. De esa forma surgió el segundo tanto de Vinicius, que pudo cabecear un centro de Brahim desde la banda derecha.
Los minutos finales fueron de máxima tensión para los dos equipos, aunque lo más significativo fue la dolorosa lesión de Diakhaby, que se rompió la pierna en un accidentado encontronazo con Tchouameni cerca del área del Valencia. La preocupación de todos los jugadores se hizo sentir al ver que el central se tuvo que marchar en una camilla.
Con los ánimos caldeados, Valencia y Real Madrid fueron a por todas para llevarse la victoria. Peter tuvo un par de ocasiones para decantar la balanza hacia los locales, mientras que los merengues se quejaron a Gil Manzano por haber pitado el final del partido durante lo que pudo haber sido el tanto de Bellingham.