Más allá de los regates, goles y asistencias, Vinicius Jr destaca por un fuerte temperamento sobre los terrenos de juego. El jugador del Real Madrid ha recibido ya 10 tarjetas amarillas en la Liga esta temporada. Las advertencias nunca pasan a mayores para un jugador reincidente, pero que parece gozar de la protección del presidente de la RFEF, Luis Rubiales.
No obstante, a pesar de las continuas provocaciones y riñas durante los partidos, ningún árbitro ha sancionado al jugador brasileño aparte de las ya mencionadas tarjetas amarillas. Tampoco lo ha hecho el Comité de Competición en segunda instancia, aun con todo el material audiovisual que expone el mal comportamiento de Vini.
El show de Copa, frente a Rubiales
Sin ir más lejos, durante la final de la Copa del Rey en el estadio de La Cartuja, Vinicius exhibió todas sus malas artes ante el Osasuna. Primero, por protestar cada jugada polémica para sacar de quicio al equipo rojillo. De ahí que el colegiado le mostrara la cartulina amarilla por clamar contra una falta no pitada sobre Rodrygo Goes.
El punto álgido de las pataletas de Vini llegó una vez señalado el descanso. Cuando el extremo de 22 años se dirigía al túnel de vestuarios con una victoria ajustada en el marcador (1-0), les susurró una serie de improperios a los jugadores del Osasuna. La provocación desató la furia del delantero argentino, Chimy Ávila, que se fue como una exhalación a por el internacional con la canarinha. Jugadores del Madrid como Lucas Vázquez tuvieron que intervenir en la entrada del túnel de vestuarios, para evitar que el pique pasara a mayores.
"Jugará bien, pero si tienes el corazón negro..."
Precisamente, tras el encuentro, el Chimy Ávila atizó al atacante brasileño por su comportamiento sobre el campo: "Es muy buen jugador, se le protege y me parece muy bien. Pero también somos personas y eso es lo importante, ser buen ser humano porque puedes ser buen jugador pero si tienes el corazón negro... es imposible que sea así"
La pegada le volvió a bastar al Madrid con un segundo tanto en la segunda parte que Vinicius restregó en la cara de los jugadores rojillos. En vez de celebrarlo con los compañeros, pendientes de controlar a Vini como si se tratara de un niño pequeño, el jugador merengue prefirió provocar por enésima vez al rival. Hasta la fecha, impunidad para el protegido de Florentino Pérez, sin una sola expulsión en cinco años como futbolista del primer equipo blanco