Partido de alta intensidad en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid y Manchester City han dejado un enfrentamiento digno de semifinales de Champions, aunque los dos equipos no logaron sacarse ventaja (1-1) y hubo una acción controversial que provocó la llorera de Carlo Ancelotti. El compromiso fue un intercambio de golpes constante, siendo los dirigidos por Pep Guardiola los que se van de la ida con una sensación de haber obtenido el mejor resultado tras sufrir de forma considerable en la segunda mitad.
El Real Madrid, de menos a más
El elenco citizen arrancó el compromiso con un dominio abrumador. Dominando desde el balón, pero también generando ocasiones de peligro. Situaciones de gol que no lograron plasmar en el marcador y que empezaban a preocupar ligeramente a Pep Guardiola, que ya había vivido ese mismo guión el año pasado. Poco a poco el Real Madrid se fue sacudiendo la superioridad de su rival y empezó a transitar hasta los metros finales.
Se percibió cierto temor en el Manchester City, especialmente en los pases y en la forma de encarar el segundo tramo de la primera mitad. Eso lo aprovechó por completo el conjunto de Ancelotti, que se creció con el pasar de los minutos. Una rápida transición originada por Camavinga fue la que permitió el primer tanto del encuentro, cortesía de un Vinicius que reventó el arco con un fuerte zapatazo desde fuera del área. Un balde de agua fría para el elenco inglés.
De Bruyne responde con un golazo
La segunda mitad fue de ida y vuelta. Minutos de dominio de los dos equipos, que no estaban encontrando la puntería para terminar sus jugadas. Hasta que llegó una gran recuperación de balón de Rodri Hernández, que fue clave para el golazo de Kevin de Bruyne. El belga, que estaba firmando un partido discreto, consiguió superar la resistencia de Courtois con un disparo que desprendía fuego de la enorme velocidad que llevaba.
Dicha jugada en cuestión tuvo su cuota de polémica, debido a que segundos antes del gol del City se dio la protesta del Madrid por un supuesto de saque de banda que les correspondió. El árbitro siguió la jugada y anotaron los citizens. Desde el VAR no avisaron al principal, por lo que el partido continuó con su rumbo, aunque sí tuvieron que amonestar a un Ancelotti que estuvo protestando con mucha furia la determinación arbitral.
A pesar del gol, el equipo de Guardiola adoptó una postura más defensiva en los minutos finales. La sensación es que estaban conformes con el resultado. Ederson tuvo que aparecer en un par de oportunidades para mantener una igualdad que sabe mucho para el City. La vuelta, que se jugará el 17 de mayo en Manchester, apunta a ser un partido vibrante.