El Real Madrid cayó vapuleado este martes contra el Girona. Y, un partido más, Vinicius Jr volvió a ser protagonista. La actitud protagonista del atacante brasileño, además de ciertas elecciones individualistas en su juego, están empezando a generar enfado hasta entre sus propios compañeros.

La calidad futbolística de Vinicius Jr es indudable, pero en la otra cara de la moneda están sus continuas broncas con futbolistas y aficionados rivales, además de sus tremendos aspavientos contra los árbitros. Y, también, el mal rollo que empieza a generar el hecho de que siempre quiera ser el protagonista, para bien o para mal, aunque eso acabe pasándole factura.

No fue expulsado de milagro

En ocasiones, el afán de protagonismo de Vinicius Jr está enturbiando la brillantez del colectivo, y su estilo empieza a ser considerado demasiado individualista. Algo que no entienden a veces compañeros suyos como Benzema, que este pasado martes no pudo jugar en Montilivi, y que tras el partido de ida contra el Chelsea no dudó en recriminar al brasileño el no haberle pasado un balón en el descuento.

Frente al Girona, Vinicius Jr no dudó en provocar al público de las gradas señalándose el escudo justo después de marcar el gol del 2-1, cuando recortó distancias y esperaba liderar una remontada que nunca llegó. También se ganó una amarilla por protestar una decisión arbitral, y lo cierto es que el colegiado le perdonó la segunda cartulina en más de una ocasión.

Vinicius Jr, durante la victoria del Girona contra el Real Madrid en Liga / EFE

Vinicius Jr, durante la victoria del Girona contra el Real Madrid en Liga / EFE

Vinicius Jr, protagonista en redes

Pese a ello, una vez finalizado el encuentro, Vinicius Jr siguió a lo suyo a través de las redes sociales. El atacante del Real Madrid reaccionó a un mensaje que decía "Vinicius estaba tirado en el suelo y un jugador del Girona pateó la pelota. Se quejó, le sacó una amarilla y al rival nada".

Vinicius Jr respondió a ello con un "la Liga", a lo que sumó dos emoticonos irónicos que hacían una clara alusión a lo malo que es el arbitraje en la competición española. El brasileño nunca deja de estar en el ojo del huracán. Y eso empieza a incomodar ya al propio madridismo.