El Atlético de Madrid provoca un pinchazo en el Santiago Bernabéu. Los colchoneros consiguieron un empate de mucho mérito (1-1) contra el Real Madrid. Ni la polémica actuación arbitral de Gil Manzano, que expulsó a Ángel Correa de forma exagerada, impidió que el equipo rojiblanco rascaran un punto del derbi madrileño. Una igualdad que permite al Barça tener la enorme oportunidad de extender su ventaja hasta los 10 puntos, en caso de ganar mañana contra el Almería.
La acción que condicionó mucho el encuentro de los dirigidos por Diego Simeone fue la inesperada expulsión de Correa en la segunda mitad. El árbitro principal decidió sacar roja directa al atacante argentino por un codazo a Antonio Rudiger, aunque en las diferentes repeticiones se vio que la acción no ameritaba una sanción de semejante magnitud. A pesar de esto, el Atleti fue capaz de llevarse un punto.
La gran noche de Griezmann
Griezmann fue el principal guía del Atlético de Madrid en el feudo merengue. Su capacidad para gestionar los ataques del equipo permitió originar varias de las mejores jugadas de su equipo. Precisamente por un preciso centro fue que pudo asistir a José María Giménez para anotar el gol de la apertura. Una asistencia que representó una recompensa para el exfutbolista del Barça por su notable esfuerzo.
En el tramo final, los colchoneros intentaron defender a toda costa la victoria. Pero la inferioridad numérica supuso un gran problema en ese objetivo. El Real Madrid pudo rascar un punto por el cabezazo de Álvaro Rodríguez a pase de Modric. Parecía que podía darse otra remontada merengue en el Bernabéu, pero la realidad es que el partido del conjunto de Ancelotti estuvo muy lejos de ser positivo.