Cuestión de pegada. El Real Madrid ha vuelto a presumir de su facilidad para salir de los escenarios más complicados en la Champions League, tras superar (0-3) su primer duelo de la fase de grupos contra el Celtic. Los dirigidos por Ancelotti sufrieron mucho en la primera mitad, en especial por el juego vertical del cuadro verdiblanco. Pero la falta de pegada del rival, sumado a una cuota de suerte, le dio vida a unos merengues que consiguieron el triunfo con los goles de Vinicius, Modric y Hazard, cuya aparición goleadora ha tomado por sorpresa a todos. El belga salió desde el banquillo para aportar su cuota en la goleada.
La suerte del lado merengue
El ambiente en el Celtic Park motivo por completo a los jugadores del cuadro escocés, que buscaron a lo largo del primer tiempo. El estilo vertical supuso un dolor de cabeza para el equipo de Ancelotti, que apenas pudo contener las embestidas del conjunto rival. Las mejores ocasiones fueron de los locales, a tal punto que tuvieron una enorme ocasión para abrir el marcador, pero finalmente el disparo se estrelló en el poste del arco defendido por Courtois.
Para el elenco madrileño la primera mitad no fue nada amable. No solo por el dominio del Celtic, sino también por la preocupante lesión de Benzema en la zona de la rodilla derecha. El delantero francés tuvo que marcharse en el minuto 30’, lo que implicó que la responsabilidad ofensiva iba recaer en los hombros de Vinicius. Justamente el extremo brasileño fue el más intentó inclinar la balanza a favor de los suyos.
El Madrid presume de pegada
A pesar del dominante primer tiempo del equipo escocés, lo cierto es que el Real Madrid volvió a presumir de su pegada. Tal y como sucedió en varios partidos de la pasada Champions, el conjunto de Ancelotti mostró tranquilidad ante los tramos de mayor complejidad y sacó su eficacia ofensiva, aunque no contaron con su Benzema, su principal referencia ofensiva.
Dicho protagonismo lo asumió Vinicius, que anotó el gol de la apertura del marcador tras una notable asistencia de Fede Valverde desde la banda derecha. Ese tanto fue un balde de agua fría para el Celtic y empezaron a mostrar más dudas en defensa, lo cual fue castigado por los merengues con la posterior anotación de Luka Modric, que agitó las redes con su golpeo con el exterior dentro del área. A la fiesta se sumó hasta el propio Eden Hazard, que aprovechó por completo el pase de Carvajal. El belga entró como sustituto del lesionado Benzema, pero consiguió aportar su grano de arena con la anotación y varios gestos técnicos a destacar.
El Real Madrid volverá a la capital española con los tres puntos bajo el brazo, en lo que supone es uno grupo accesible en la competición. Aunque con la preocupante lesión de Benzema, que puede ser un grave problema ante la escasa profundidad de plantilla. La siguiente jornada para el elenco blanco será contra el 14 de septiembre contra el RB Leipzig en el Santiago Bernabéu.