Triple decepción de Florentino Pérez a los aficionados del Real Madrid

El Real Madrid parecía que iba a comerse el mundo a principios de verano. Espoleado por la alegría de haber conquistado un inesperado doblete de Liga y Champions, el aficionado merengue recibió la falsa promesa de que Florentino Pérez, con las arcas del Santiago Bernabéu repletas de billetes, aprovecharía para reforzar al equipo de Ancelotti con la llegada de una estrella plenamente consagrada.

Los dos nombres que aparecieron, a fin de complementar a Karim Benzema y Vinicius Jr en el frente de ataque, fueron los de Erling Haaland y Kylian Mbappé. Se habló incluso de que podían aterrizar juntos, porque la situación económica y financiera del club merengue era tan buena que los acuerdos podrían ser cerrados sin pisarse el uno al otro.

Haaland y Mbappé, grandes decepciones

Nada más lejos de la realidad. El Manchester City tardó pocos días en empezar a distorsionar el sueño húmedo de los merengues. El conjunto entrenado por Pep Guardiola hizo oficial la contratación de Erling Haaland, generando así la primera gran decepción del presente mercado de fichajes para el madridismo. No pasaba nada, se dijeron los aficionados para sus adentros, al estar convencidos de que, aunque el delantero noruego hubiese rechazado vestir de blanco, quien sí lo haría casi al cien por cien era Kylian Mbappé.

Pues bien, ese "casi" acabó magnificándose como un agujero negro. Y engulló, con la renovación sorprendente de Mbappé con el Paris Saint-Germain, la ilusión de contar con alguno de los mejores delanteros jóvenes del mundo --exceptuando a Vinicius Jr--. Todavía con todo el verano por delante, Florentino Pérez no vio la necesidad imperiosa de gastarse el dinero en un nuevo delantero, y se quedó con el ataque que ya tenía la temporada pasada. Aunque más mermado, eso sí, al haberse marchado Gareth Bale, Luka Jovic y poder hacerlo también Marco Asensio en los próximos días.

Erling Haaland y Kylian Mbappe, en un fotomontaje / CULEMANÍA

Erling Haaland y Kylian Mbappe, en un fotomontaje / CULEMANÍA

De fichar a lo grande a perder cracks

En vez de reforzar la línea ofensiva, el Real Madrid incorporó a un central portentoso como Antonio Rüdiger y a un centrocampista joven, pero que aún es un melón por abrir. Se trata de Aurélien Tchoaumeni, que costó 80 millones más 20 en variables y, a día de hoy, todavía no ha demostrado su valía con la camiseta blanca. Para colmo, podría verse forzado a madurar a pasos agigantados.

Porque la tercera decepción de Florentino para los aficionados del Real Madrid, este verano, podría ser la marcha de Casemiro al Manchester United. Si el conjunto madridista pierde a uno de los mejores pivotes defensivos del mundo, Tchouameni tendrá la presión de rendir a buen nivel partido tras partido, algo que se desconoce aún si será capaz de hacer. En Inglaterra cada vez son más los medios que dan por hecho el acuerdo. Florentino Pérez, además de no haber fichado a Haaland ni a Mbappé, puede perder ahora a uno de sus mejores hombres. Y lo peor de todo, por decisión propia.