Apenas ha jugado con el Real Madrid esta temporada 2021-22, no entrena con la intensidad suficiente como para convencer a Carlo Ancelotti y, de hecho, parece que esté en Madrid más por el golf que por el fútbol. Pero cuando le toca jugar con Gales, Gareth Bale da su mejor versión y volvió a demostrarlo en el partido que jugó este pasado jueves contra Austria (2-1), correspondiente a la repesca para el Mundial de Qatar 2022.
Estocada a sus críticos
El atacante de 32 años ya dijo hace unos días que se encuentra en un gran estado de forma, cosa que demostró con un doblete de ensueño. Tras los dos golazos, no dudó en arremer contra quienes tanto le han criticado en los últimos meses, asegurando que es "repugnante" que hayan dudado de él por activa y por pasiva.
"No necesito mandar ningún mensaje, sinceramente. No pierdo mi tiempo en eso. Es repugnante y deberían estar avergonzados de sí mismos", señaló a pie de campo, durante la flash interview que concedió a la televisión encargada de retransmitir el partido. El galés parece estar cansado de la eterna especulación que se plantea en los medios y en la calle, especialmente cuando se compara su rendimiento con la selección y con el Real Madrid.
El de Cardiff termina contrato a finales del próximo mes de junio de 2022, y su marcha liberará una masa salarial que el Real Madrid, junto a otro posible traspaso como el de Eden Hazard, podría aprovechar para acudir al mercado de fichajes y reforzarse con jugadores de gran calado este verano. Kylian Mbappé, el primero de todos.
Chupando banquillo
Mientras tanto, lo más probable es que Bale siga chupando banquillo a las órdenes de Ancelotti en el Real Madrid. El galés marcó un auténtico golazo de falta directa contra la Austria de David Alaba, y luego remató su gran actuación con otro golazo, escorado hacia el lado izquierdo del área, para colocar el balón ajustado y fuerte justo en el lado contrario, inalcanzable para el guardameta.
Está claro que Gareth Bale, independientemente de que su motivación no sea la misma con Gales que con el Real Madrid, no ha perdido ni un ápice de su talento. El problema es que su grado de implicación con el conjunto merengue es mínimo, más aún a sabiendas de que acaba contrato este verano y de que, desde hace mucho tiempo, tiene a toda la afición blanca en contra.