Florentino Pérez lo tiene todo atado y bien atado con Kylian Mbappé. Incluso en París dan por hecho que el delantero francés jugará, a partir del 1 de julio, en el Real Madrid. En el PSG sospechan de un acuerdo entre Mbappé y el club blanco tras fracasar en todos los intentos para prorrogar su contrato y la comida de directivas previa al partido del martes entre ambos equipos fue muy tensa. Demasiado. Y solo duró una hora y 20 mintuos.

Nasser Al-Khelaifi, el poderoso presidente del PSG, no está acostumbrado a que un futbolista rechace todas sus ofertas. Aunque sea Kylian Mbappé, un delantero de 23 años con mucho talento y gol. Posiblemente, el mejor futbolista que juega en Europa. Al-Khelaifi, el mismo dirigente que en 2017 pagó los 222 millones de euros de la cláusula de rescisión de Neymar, se quedará sin la estrella del PSG en verano. Y sabe que Mbappé vestirá de blanco.

Comida muy tensa

Hasta hace poco, Florentino y Al-Khelaifi tenían una relación cordial. Entre ambos había buena sintonía y habían coincidido en algún acto promocional y en un partido de Rafa Nadal en Roland Garros. Hoy, ni se hablan. O, si lo hacen, no es en un tono amistoso.

Al-Khelaifi, que se destapa como el gran aliado de la UEFA contra la Superliga, carga contra Barça y Real Madrid / EFE



Al Khelaifi, presidente del PSG / EFE

El martes, las directivas del PSG y del Real Madrid compartieron mesa y mantel en un lujoso restaurante de París: el Alléno París-Pavillón Ledayen, situado muy cerca de los Campos Elíseos. Florentino llegó tarde y no se encontró con caras amables. En el PSG están muy dolidos con él.

La venganza de Al-Khelaifi

Al Khelaifi no se cortó minutos después ante las cámaras de Canal + Francia. "No lo voy a ocultar. Casi no tenemos relación con el Real Madrid", dijo el presidente del PSG. "Creo en el fútbol accesible para los clubes pequeños y ellos no piensan lo mismo", añadió.

De momento, Al-Khelaifi aguanta el chaparrón. Intentará retener a Mbappé, pero cree que lo tiene muy complicado. En Madrid, mientras, más de uno teme alguna venganza del presidente del PSG, el mismo que un día se la jugó al Barça. Entonces reían en Madrid. Ahora se temen lo peor.