Noche de celebración en Riad para el Real Madrid. Los merengues conquistaron el título de la Supercopa de España al ganar (2-0) al Athletic Club. A diferencia del partido contra el Barça, el equipo de Ancelotti mostró mayor eficiencia con el balón en sus pies. La sentencia final llegó con un polémico penalti en la segunda mitad, que logró definir Karim Benzema. Además, también fue destacable la presencia de Courtois que logró detener un penalti decisivo en los minutos finales. De esa forma, el conjunto madrileño alza su primer título de la temporada.
Modric golpea primero
El cuerpo técnico de Carlo Ancelotti decidió hacer tres cambios con respecto a las semifinales contra el Barça. La principal novedad fue la inclusión de David Alaba, como acompañante de Eder Militao en la zaga central; mientras que Lucas Vázquez y Rodrygo ocuparon los lugares de Dani Carvajal y Marco Asensio, respectivamente. La intención de los merengues fue dominar en campo rival, con el fin de evitar la presión del conjunto vasco.
La primera mitad del Real Madrid fue sólida con balón. La presencia de Alaba y Kroos permitió que el equipo tuviera control ante los intentos de presión del Athletic; sin embargo, el cuadro madrileño tuvo complicaciones para trasladar ese dominio en ocasiones de gol. Fue a partir de una rápida transición ofensiva, liderada por Rodrygo en la banda derecha, que permitió la anotación Luka Modric (’38) tras un gran disparo desde la frontal del área.
La euforia de Modric, tras anotar el primer gol de la final de la Supercopa / EFE
Por su parte, el elenco dirigido por Marcelino intentó construir sus oportunidades de gol a través de los contragolpes, pero los errores en los metros finales impidieron que eso fuera una realidad. La única buena noticia de los vascos fueron los minutos de Sancet, que permitió a los suyos llegar hasta campo rival por sus apoyos y contactos con el esférico. Aunque el resto fue realmente pobre en lo futbolístico.
Penalti polémico
La dinámica inicial del segundo tiempo fue la misma: el Real Madrid saliendo con relativa comodidad desde el fondo y generando peligro en los metros finales. Sin embargo, la polémica no iba a escapar de la final. El árbitro principal, Soto Grado, pitó penalti por una mano del Athletic Club dentro del área. Dicha acción fue en un intento de remate de Benzema, que se vio desviado por la mano del rival, pero que por la posición no podía considerarse como antinatural. Finalmente el penal fue cobrado por el propio Benzema, que logró marcar el segundo de los merengues.
El disparo de Benzema ante la resistencia del Athletic Club / EFE
El equipo vasco dio un paso adelante para recortar la ventaja en el marcador. El cuerpo técnico dio ingreso a varios jugadores ofensivos y mejorar en la presión; sin embargo, las puertas para llegar al gol fueron complicadas de abrir. Las mejores oportunidades llegaron a partir de algunos centros, aunque sin conseguir darle la dirección necesaria para romper la resistencia de Courtois.
La insistencia del Athletic Club permitió encontrar una gran ocasión en el tramo final del segundo tiempo. Un centro preciso de Yuri fue cabeceado por Raúl García, pero ese remate fue desviado por Eder Militao. La acción fue revisada por el VAR, confirmando el penalti y, además, la expulsión del central brasileño. No obstante, la definición de Raúl García fue al centro, dándole la posibilidad a Courtois de parar el disparo con las piernas.