El Real Madrid volvió a ganar al FC Barcelona y jugará la final de la Supercopa de España 2022. Pero... ¿A qué precio? Carlo Ancelotti vio cómo algunos de sus hombres clave durante los noventa minutos y la prórroga terminaron el encuentro notablemente mermados. Algunos de ellos, ciertamente, no fueron capaces de acabarlo y tuvieron que ser sustituidos antes.
Es el caso de Luka Modric, que fue el mejor del Real Madrid durante los primeros 45 minutos de partido pero, entrada la segunda mitad, tuvo que despedirse del verde con visibles molestias. Vinicius Jr sufrió rampas en más de una ocasión y se le vio tremendamente fatigado en los minutos finales, de igual manera que un Karim Benzema que se marchó con gran dolor en la zona de la clavícula, tras un choque con Araujo en la pugna por el balón.
Dudas para la final
Si bien es cierto que ninguno de los problemas físicos de estos tres jugadores reviste gravedad, todos ellos son duda para la final del domingo ante Athletic Club o Atlético de Madrid, en función de lo que ocurra este jueves. David Alaba ni siquiera pudo vestirse de corto para jugar el clásico, y habrá que ver también si llega a tiempo para disputar la final de la Supercopa.
La cuestión es que el Real Madrid volvió a ganar al Barça por quinta ocasión consecutiva, pero el triunfo no se celebró con demasiada euforia en la casa blanca por el alto precio que tuvo que pagar Ancelotti. Y es que, dejando de lado la fatiga acumulada y el gran desgaste, otra mala noticia para los merengues es comprobar de primera mano que el Barça vuelve a ser competitivo.
La euforia del Barça tras el gol de Ansu Fati contra el Real Madrid / FCB
El Barça que viene
Los blancos sufrieron de lo lindo en la segunda mitad y también en algunos tramos de la prórroga, teniendo que defenderse ante una avalancha de dominio azulgrana en el último tercio del campo. Es verdad que volvieron a ser letales al contragolpe, pero el peso del partido a excepción de la primera mitad corrió a cargo de un Barça rejuvenecido, motivado y con ganas de demostrar su valía.
Son cinco victorias seguidas del Real Madrid en los últimos clásicos, pero ellos mismos saben que será muy difícil que llegue la sexta. Si el Barcelona continúa con la dinámica ascendente que ha implantado Xavi Hernández, a los blancos empezará a costarles Dios y ayuda vencer a este equipo plagado de jóvenes promesas. Y no es ningún secreto: ellos lo saben mejor que nadie...