El Real Madrid es el actual líder, que ve cómo su posición privilegiada se muestra reforzada tras el último pinchado del FC Barcelona ante el Cádiz y la reciente derrota del Atlético de Madrid ante el Alavés en Mendizorroza. El test ante el Vilarreal quedó en suspenso.
Ancelotti y Emery hablan en el banquillo / EFE
Los de Carlo Ancelotti tenían enfrente a un rival con cara y ojos, el Villarreal. Salieron con Valverde y Nacho en los laterales. Los de Unai Emery no pudieron contar con Gerard Moreno, uno de los mayores activos del club valenciano. Sin embargo, estaba Paco Alcácer. Finalmente el Real Madrid no pudo con los amarillos en un partido vibrante y difícil. Empate sin goles.
Alineaciones
Once del Real Madrid: Courtois; Valverde, Militao, Alaba, Nacho; Casemiro, Modric; Asensio, Rodrygo, Vinicius; y Benzema.
Alineación del Villarreal: Rulli; Foyth, Albiol, Pau Torres, Alberto Moreno; Coquelin, Capoue, Parejo; Pino, Alcácer y Danjuma.
Primera parte vibrante
El choque comenzó muy animado. El juego del Real Madrid se veía mermado tras el temor que le producía el Villarreal. No estaba enfrente la débil defensa del Mallorca. Los amarillos estaban muy bien plantados sobre el césped y mantenían una presión muy ordenada. El conjunto blanco por su parte mordía y suponía un peligro de tres cuartos para arriba del campo. Danjuma tuvo la primera. Y muy seria. Una potencia sin igual. Se metió por medio de dos defensores merengues por banda izquierda. Se perfiló con la derecha, la buena, y chutó por bajo. Courtois desvió a córner. Se veía a un Madrid dubitativo. No sabía si presionar o esperar atrás. Mucha indecisión.
Danjuma, el más destacado en el Villarreal / EFE
El Madrid se atrevió a presionar más. Fue su apuesta. Sirvió para ser más agresivos aunque el Villarreal lo era más. Era un toma y daca. Las ocasiones se producían en las dos áreas pero con más claridad en la zona de Courtois. Era un partido de lo más entretenido ya que ambos equipos presentaban una idea de juego clara. Ambos querían jugar y explotar sus bazas ofensivas. Vinicius lo intentaba pero sin éxito, junto con un Benzema bastante desaparecido en la primera parte, que terminó en tablas.
Segunda mitad: dinámica agresiva
Los siguientes 45 minutos fueron dominados por el Real Madrid al salir con más ímpetu. Sobre todo con la entrada de Camavinga. El Villarreal era otro. Cara y cruz. Esa dinámica se mantuvo un cuarto de hora. Hasta que los amarillos amenazaron la meta del belga con otro disparo de Danjuma. La más clara fue una de Alcácer dentro del área en una jugada de estrategia. No llegó a conectar con la bola. Los de Emery se reconciliaban con la posesión. El partido era exigente para el árbitro, Gil Manzano, muy permisivo con las duras entradas de los blancos. No supuso nada novedoso. El Villarreal aventajaba en más de 100 pases realizados al Madrid.
Ancelotti habla con Camavinga / EFE
Los espacios eran mínimos en el campo. Ancelotti veía cómo jugadores que saben sacar provecho situaciones así no podían hacer nada. Ni Modric ni Benzema. Ambos desaparecidos hasta el momento. El italiano se decantó por dar la entrada a Hazard por el croata. Era la última bala, pero no surtía efecto. Los cambios no cambiaron en absoluto al partido, que seguía siendo disputadísimo. Ni siquiera el de Isco por Asensio.
Benzema ante el Villarreal en el suelo / EFE
El Villarreal estaba dando la cara y mantenía opciones. No de puntuar sino de llevarse la victoria del nuevo Santiago Bernabéu. Los instantes finales fueron dominados por los de Chamartín. Vinicius tuvo la suya: la envió a las nubes. Los del submarino esperaban el final. El esfuerzo había sido enorme. Sin goles. Empate a cero. Reparto de puntos.