Llegó el día. El Real Madrid debutaba en su competición favorita: la Champions League. El Inter de Milán se presentaba como el primer rival para los de Carlo Ancelotti, entrenador italiano que visitaba su país como enemigo.
Ancelotti, con muchas dudas / EFE
Los merengues querían trasladar su estado de alegría a Europa y empezar con buen pie su andadura en la fase de grupos. Todo ello sería sin Hazard que sería la ausencia más destacada en detrimento de Lucas. Vinicius y Benzema lideraron el ataque aunque sin éxito. El Madrid se llevó los tres puntos con un tanto de última hora de Rodrygo, a pase de Camavinga.
Alineaciones
Real Madrid: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Nacho; Casemiro, Valverde, Modric; Lucas, Vinicius y Benzema.
Inter de Milán: Handanovic; Skriniar, De Vrij, Bastoni; Darmian, Barella, Brozovic, Calhanoglu, Perisic; Dzeko y Lautaro.
Primera parte movida
El Madrid comenzó muy intenso, y con una presión alta para taponar a los italianos, que no podían salir. Eso sí, El Inter no tardó en desenvolverse realmente bien para hacer daño a los españoles. Vinicius se presentaba como uno de los peligros merengues por la izquierda, el lugar que llevaba más peligro. Los italianos esperaban su oportunidad a la contra. Y así fue. Hicieron trabajar a Courtois más de la cuenta, el mejor. Dzeco fue el primero en una jugada dentro del área. Éste chutó raso y el belga desvió. La más clara. En el córner siguiente, Skriniar se elevó y remató alto. Además, Lautaro tuvo una clarísima en otro balón aéreo que detuvo el meta del club de Chamartín. El Madrid creó peligro por primera vez por parte de Casemiro en un disparo lejano que se marchó fuera.
Lautaro remata contra Courtois, que paró / EFE
Poco a poco los de Inzaghi se hacían con un protagonismo mayor que los de Ancelotti, que atacaban con un 4-3-3 aunque defendían con un 4-4-2. Esas eran las variaciones. El Giuseppe Meazza vivía un vibrante choque, que era muy distinto al de la temporada pasada. El dominio italiano se transformó en una serie de contras iniciadas por Valverde, que con su velocidad, habilitó a Benzema. El francés no le dio bien. Las ayudas de los laterales y la presión de Vinicius y Benzema por las bandas supusieron la estabilidad del partido. Se fue asentando el estado del choque hasta que Militao en el 35 casi marcó. Fue un remate de cabeza que salió por muy poco siendo la más clara del Madrid. El Inter participó en un constante intercambio de golpes con múltiples acercamientos. El primer gol estaba cerca. Antes del descanso pudo venir por parte de Dzeco. El bosnio usó la puntera para golpear el esférico, que fue detenido por el meta del Real. Otra vez. Los blancos esperaban con ansia el pitido final para llegar al descanso, que llegó con 0-0 en el marcador.
Mismo guión en la segunda
Un partido estupendo es lo que se vivía en el Meazza. Continuó el intercambio de ocasiones por parte de ambos equipos. Los italianos golpearon primero con otro remate de cabeza que detuvo Courtois, para variar. El Madrid aprovechó para tener la suya por parte de Carvajal, que hizo trabajar a Handanovic. Sendas paradas de nivel. El ritmo subía y bajaba según les daba. Era una cuestión de fuerzas momentáneas y arranques físicos. Mientras tanto, Inzaghi introdujo cambios: Lautaro salió por Correa.
Modric, la batuta del Madrid / EFE
Pese a la falta de goles, el partido era de lo más entretenido. Era muy vistoso. Las fuerzas italianas estaban debilitándose y era el momento del Madrid. Vinicius encaraba una y otra vez y ponía la victoria de cara. Benzema tuvo una clara aunque fue anulada por fuera de juego. Ancelotti decidió dar minutos a Camavinga, que debutaba en Champions. Modric fue el elegido para darle descanso. Todo ello mientras quedaban apenas 10 minutos. Ambos equipos firmaban las tablas salvo sorpresa de última hora. Que la hubo. En el 89 marcó Rodrygo para darle la victoria al Real Madrid. Una gran jugada colectiva liderada por Camavinga, que apoyó en Valverde. La dio al brasileño y celebró la gloria. Gran debut de los de Ancelotti. Decepción en el Inter.