El Real Madrid reabría el Santiago Bernabéu 560 días después ante el Celta de Vigo, en un partido que ha terminado con un 5-2 favorable al conjunto blanco. El encuentro ha sido protagonizado por el 1-2 del Celta al descanso, que el conjunto blanco ha tenido que remontar gracias a Benzema y Vinicius.
Carlo Ancelotti ha saltado al campo con Courtois; Carvajal, Militao, Nacho, Miguel; Casemiro, Valverde, Modric; Hazard, Benzema y Vinicius. Por su parte, el Celta ha salido con Dituro; Hugo Mallo, Murillo, Araújo, Galán; Tapia, Brais Méndez, Denis Suárez, Cervi; Iago Aspas y Santi Mina.
El público regresa al Santiago Bernabéu / EFE
El público regresa al Santiago Bernabéu / EFE
Tres goles y otro anulado
El Celta ha salido mordiendo y con toda intención de ganar, algo que ha demostrado Santi Mina al bautizar el nuevo Bernabéu en el minuto 3. El gallego ha marcado un gol tempranero al aprovechar un error defensivo en la salida de balón de los blancos. El Madrid, eso sí, ha reaccionado de inmediato y Dituro ha tenido que sacar una mano milagrosa a un cabezazo de Vinicius.
El equipo gallego se veía superado, aunque ha podido marcar el 0-2 en una acción que Iago Aspas no ha sabido cerrar. En el minuto 22, ha aparecido el de siempre: Karim Benzema. Con un tiro que ha botado fuertemente, y con algo de fortuna, el balón ha golpeado el travesaño para colarse dentro y poner el 1-1 en el marcador. Gol merecido para un Real Madrid que no había dejado de apretar tras el tanto inicial del Celta.
Carlo Ancelotti y Eduardo Coudet se saludan / EFE
Carlo Ancelotti y Eduardo Coudet se saludan / EFE
El Madrid no ha parado, y ha seguido apretando en los siguientes minutos. A la media hora exacta, sin embargo, el Celta ha arrancado por la banda derecha con peligro: Cervi se ha colado en el área y, después de que su exquisita ruleta haya dado en el palo, solo ha tenido que empujarla. 1-2 y problemas para los de Ancelotti. Poco después, Benzema empataba, pero el gol era anulado por fuera de juego de Casemiro.
El resto de minutos de la primera mitad han pasado sin más, aunque Santi Mina podría haber anotado el 1-3 en el minuto 45; su tiro se ha ido a córner. Con eso se llegaba al descanso, y el Real Madrid se veía obligado a remontar.
Goles tempraneros y estreno de Camavinga
Coudet ha metido a Fran Beltrán por el 14, pero el plan cambiaría rápidamente. Al medio minuto de salir de los vestuarios, Miguel Gutiérrez ha puesto un centro perfecto que Benzema ha conseguido cabecear inmejorablemente, poniendo el 2-2 en el marcador. En el 54, Benzema encontraba un Vinicius solo, que definía con facilidad y remontaba el partido: 3 a 2. El Celta, que ha salido dormido, tenía que reaccionar, y lo ha hecho mediante Aspas, pero su tiro ha sido atajado por Thibaut Courtois.
Fede Valverde en una acción ante el Celta / EFE
Fede Valverde en una acción ante el Celta / EFE
El equipo gallego no daba muestras de controlar el partido, y Vinicius seguía causando estragos por la banda izquierda. Solo ante Dituro, el guardameta ha tenido que tirar de las piernas para pararle. Los de Coudet no daban sensación de poder empatar, y el técnico ha intentado cambiar las cosas dando entrada a Nolito. Ancelotti, por su parte, ha dejado que Camavinga debutase con su nuevo equipo, para empezar sumando minutos. Se confirma lo que afirmábamos este fin de semana: el francés pasa por delante de Isco en la jerarquía blanca.
Y, cómo no, la suerte del novato. Eduardo Camavinga cazaba en el minuto 71 un rechace en el área pequeña, y celebraba su debut a lo grande: primer gol con la camiseta blanca para marcar el 4-2. Un minuto después, Nolito ha tenido el 4-3 en sus botas, pero su balón picado ha pasado rozando el palo. El resto del partido ha consistido en acciones ofensivas sin concreción por parte del Celta, y alguna acción puntual del Madrid hasta que en el 85 ha provocado un penalti. Karim Benzema ha firmado su hat-trick desde los once metros, y ha puesto el 5-2.
El Real Madrid suma 10 de 12 puntos, y mete miedo a sus rivales con unos esplendorosos Vinicius y Benzema, aunque sigue arrastrando una fragilidad defensiva que debería preocupar a Carlo Ancelotti.