Uno de los nombres del pasado verano fue el de James Rodríguez. El internacional colombiano fichaba por el Everton a precio cero en una operación muy extraña. Aunque tenía dos años de contrato con el Real Madrid, se iba a jugar a la Premier League. Un acuerdo que nunca llegaron a explicar en el Santiago Bernabéu.
Al mediapunta le queda un año más de contrato en Goodison Park y es de esos jugadores que cuya carrera va vinculada a un entrenador. Estuvo dos temporadas bajo las órdenes de Carlo Ancelotti en el equipo blanco (2013-15), una en el Bayern de Múnich (2017-18) y esta última en el conjunto toffee. También sonó para el Nápoles.
En los últimos días, varios medios de la capital han situado a James de nuevo en el Real Madrid. Es de la confianza del entrenador y, ante un mercado de fichajes muy tocado económicamente, podría ser una buena solución para reforzar a la primera plantilla a bajo coste. Ingleses y españoles tienen buenas relaciones.
James Rodríguez en us presentación como nuevo jugador del Everton / Everton
Pero el colombiano no está por la labor. La temporada pasada fue carne de banquillo y no sintió el apoyo del madridismo. Él mismo se ha encargado de descartar un regreso: “¿Volver al Madrid con Ancelotti? No sé. Yo creo que no, estamos viendo. Si me quedo otro año más ahí, en Everton, está bien”.
Bale, otro caso caliente
Quien está en una situación parecida a James Rodríguez es otro viejo conocido por el madridismo y Ancelotti: Gareth Bale. El extremo de 31 años ha jugado cedido en el Tottenham Hotspur sin destacar demasiado y por contrato volverá a Madrid una vez terminada la Eurocopa.
Bale en un partido del Tottenham / EFE
El dilema está sobre mesa en el Santiago Bernabéu. Termina contrato en verano de 2022, no renovará y pocos clubes podrán pagar lo que pedirá Florentino Pérez por él. La otra opción es que agote contrato, salga libre y que esté el próximo curso en el vestuario blanco. También podría volver a salir cedido, opción en que tampoco se ingresaría nada. Carpeta caliente.