Si quiere levantar la Liga, al Real Madrid no le queda otra que ganar todos sus partidos y esperar que Atlético y FC Barcelona se dejen puntos por el camino. La primera premisa para volver a depender de sí mismo la cumplió este miércoles al imponerse con mucha superioridad al Cádiz en el Carranza (0-3).
Y lo hizo con muchas ausencias. El conjunto blanco llegó a la ciudad andaluza con hasta siete bajas. Mendy, Modric, Kroos, Hazard y Lucas Vázquez se quedaron fuera por lesión, mientras Sergio Ramos y Fede Valverde siguen aislados por el coronavirus. Zidane alineó un once de circunstancias y le salió de maravilla.
El VAR y Benzema rompen el partido
El preparador francoargelino apostó por una defensa de tres centrales que quedó conformada por Militao, Nacho y Varane, con Odriozola y Marcelo en los carriles, Casemiro estuvo acompañado del joven Blanco en la medular y Vinicius, Rodrygo y Benzema se situaron en la punta de ataque.
Pero al Real Madrid le bastó con eso para superar al Cádiz. El cuadro gaditano plantó cara a los merengues durante la primera media hora, hasta que un penalti tan absurdo como claro de Iza sobre Vinicius, señalado por Mateu Lahoz tras consultar con el VAR rompió el choque. Benzema transformó desde los once metros y situó a los suyos por delante en el marcador (30').
Tres minutos después, el delantero francoargelino inventó una genialidad para servir el gol en bandeja a Odriozola. El lateral vasco, discutido, dejó prácticamente sentenciado el choque. Y fue Benzema quien quitó el prácticamente de la oración después de anotar el tercero tras rematar un centro de Casemiro (40').
Sin historia
El partido acabó cuando el ariete logró el doblete. Ya en la segunda mitad, el Real Madrid tuvo ocasiones para ampliar el resultado y el Cádiz pudo lograr el gol del honor, pero ninguno de los dos parecía demasiado preocupado por anotar. A los gaditanos les valía con no encajar más dianas y los blancos agotaron toda la avaricia con la Superliga.
Al final, 0-3 y líderes a la espera de lo que hagan Atlético de Madrid y FC Barcelona. Los blancos superaron con nota la dificultad de tener que competir con la baja de siete futbolistas imprescindibles en los esquemas de Zidane.