El gran proyecto de Florentino Pérez se estrella en dos días

La Superliga Europea, herida de muerte. La competición, abanderada por el Real Madrid de Florentino Pérez, se ha quedado sin argumentos 48 horas después de anunciarse. Los dirigentes de 12 de las superpotencias del continente lanzaron el pasado domingo una clara amenaza a la UEFA, y de rebote a la FIFA, creando un torneo en el que no tenían tanto peso los méritos deportivos y donde los propios clubes se encargaban de gestionar y repartirse los beneficios. 

No tardaron en llegar las reacciones, sobre todo negativas, por parte de los equipos que no tenían la opción de participar, y las amenazas de los grandes organismos del fútbol europeo. No obstante, los que han tenido un peso especialmente relevante en esta marcha atrás han sido los aficionados. Especialmente, los ingleses, tan contrarios a la Superliga que no han parado hasta detenerla. 

Aficionados ingleses, en una protesta contra la Superliga | EFE

Aficionados ingleses, protestando ante la Superliga | EFE

La principal revuelta se erigió en Inglaterra, lugar donde precisamente aparecieron los fundamentos del fútbol hace más de 150 años. Los aficionados saltaron a las calles para protestar por la participación de sus equipos en este torneo. Los futbolistas se unieron a esta protesta. El mismo gobierno se mostró contrario. Y no tardaron los clubes (Manchester City, Manchester United, Chelsea, Tottenham, Arsenal y Liverpool) en dar marcha atrás, y anunciar su retirada. Todo, después de que la misma UEFA ofreciese dinero a estos clubes por su retirada. 

Por el momento, los clubes españoles (Barça, Atlético y Real Madrid) e italianos (Inter, Juventus y Milán), son los únicos que siguen dentro. La intención es lanzar un comunicado y seguir trabajando en el proyecto sin los clubes Premier, sin Bayern, sin PSG y sin Borussia Dortmund. Es evidente que la Superliga, tal y como estaba planteada, ya no tiene sentido. Sin estos clubes, los ingresos descenderían considerablemente. Por tanto, la sensación es que se ha hecho para alargar su vida, lavar su imagen y plantear nuevas alternativas. Unos acontecimientos que dejan en muy mal lugar a Florentino Pérez, especialmente ante la UEFA. 

Florentino Pérez, el peor parado

Florentino Pérez fue el único que se atrevió a pronunciarse públicamente, y a ser la cara visible de un proyecto en el que llevaban más de tres años trabajando a espaldas de la UEFA y la FIFA. Decidió anunciar a lo grande esta nueva competición en un ecosistema cómodo para él, con Josep Pedrerol en El Chiringuito. No obstante, quedó patente que todavía era un proyecto embrionario, con pocos detalles bien definidos y que solo se movía por el dinero y para amenazar el monopolio europeo. 

El presidente del Real Madrid se presentó como el salvador del fútbol. Pero el fútbol le ha respondido que no hace falta que lo salven. Los propios jugadores, entrenadores y aficionados han evidenciado que ellos son los verdaderos protagonistas. Y han dejado tocado a un Florentino que jugó a ser el nuevo Santiago Bernabéu. 

Florentino Pérez en una imagen de archivo / EFE

Florentino Pérez, en una imagen de archivo | EFE

Si se confirma que la Superliga no sale adelante, al menos a corto plazo, el club blanco deberá seguir jugando la Champions League y las competiciones de la UEFA, después de intentar boicotearla. La imagen del Madrid y las relaciones habrán quedado tremendamente dañadas ante un escenario inminente de semifinales de Champions donde PSG, Chelsea y Manchester City, los clubes propiedad de multimillonarios, se han retirado a tiempo. Quizá su dimisión sería la mejor decisión, pensando en el Madrid. Aunque conociendo el historial de Florentino, seguramente no tardará en buscar venganza.