El Real Madrid de Zidane ha vuelto a demostrar esta temporada que, si en una competición no fallan, es en la Champions League. Los blancos son los reyes de la competición por algo, y ya están a solo tres encuentros de levantar su 14º Orejona. Su camino no será fácil, ya que antes deberán superar a las tres grandes fortunas del fútbol europeo. No obstante, si algo ha demostrado de nuevo el conjunto madridista este curso, es que nunca se les puede dar por muertos.
Y es que hay que recordar que los de Chamartín protagonizaron un inicio de competición horripilante. El cuadro merengue pinchó en sus dos primeros encuentros contra Shakhtar y Borussia Monchengladbach, y se complicó enormemente su pase para los octavos de final. Sumaron una buena racha, pero volvieron a caer en Ucrania en la penúltima jornada. Se lo jugaron todo a una carta, y les salió bien, ya que incluso acabaron primeros de grupo de forma inesperada.
Los jugadores del Real Madrid, celebrando la victoria contra el Liverpool | EFE
Durante toda esa discutible fase de grupos, la prensa madridista cargó contra Zidane, y se quiso destrozar a medio equipo. No obstante, los blancos volvieron a evidenciar que, cuando están contra las cuerdas es cuando realmente sacan su gen competitivo, especialmente en Europa. En este sentido, victorias ante Atalanta y un mediocre Liverpool lo han dejado a un paso de una nueva final de Champions.
Estrategia repetida
En este sentido, no es la primera vez desde que Zidane ocupa el banquillo del Santiago Bernabéu que el Madrid utiliza esta estrategia. Empieza mal, parece destrozado, pero renacen como el ave fénix pese a no ser teóricamente favorito. Ya pasó en la 13º Champions. El equipo merengue no estaba a su mejor nivel, y tuvo que enfrentarse a todos los campeones de las grandes Ligas para alzar el título.
PSG, Juventus, Bayern y Liverpool. Todos cayeron contra un equipo blanco experto en competir en grandes escenarios. Pese a no estar en su mejor momento ni practicar el mejor fútbol de la competición, acabaron tirando de garra y de fortuna para levantar la Orejona en Kiev.
Los jugadores del Real Madrid, levantando la Champions en Cardiff | EFE
Un año antes también ganaron la Champions en Cardiff pese a clasificarse como segundos en la fase de grupos, por detrás del Dortmund. Esta vez, la fortuna les favoreció y se encontraron con el Napoles en octavos. Pero después llegaron Bayern, Atlético y Juve, y tampoco pudieron hacer nada contra los blancos. Un caso parecido a la de las finales contra los colchoneros, en las que acabaron remontando en los últimos instantes de manera sorprendente.
Zidane es experto en motivar a sus futbolistas, y conseguir que lo den todo, especialmente cuando se les da por muertos. Una lección que no están aprendiendo los grandes clubes, incapaces de quitar la corona al verdadero rey de la Champions durante la última década.