El Real Madrid sobrevivió en Liverpool (0-0) y ya está en semifinales de la Champions League. Los blancos se limitaron durante prácticamente todo el choque a resguardar su defensa y proteger el resultado de la ida. Finalmente, un inspirado Courtois y la falta de acierto de los reds acabó condenando a los de Klopp, y dando alas al cuadro madridista.
Decepcionante Liverpool
Durante los primeros minutos de partido, daba la sensación de que el Liverpool creía en la remontada. Se vio a un conjunto inglés con una mentalidad completamente distinta a la ida. Arrollaron al Madrid durante los primeros minutos, pero se encontrado con un gigante Courtois que desbarató dos claras ocasiones de los reds nada más arrancar el choque.
Tras este arranque avasallador, los de Klopp redujeron el ritmo, y poco a poco los blancos empezaron a adueñarse del choque. Plantearon un partido a ritmo lento, minimizando los errores y sobre todo, manteniendo siempre dos líneas defensivas bien definidas. Una estrategia que les sirvió para desgastar a los locales, que con el paso de los minutos, evidenciaban que cada vez confiaban menos en la remontada. E incluso Benzema tuvo una ocasión clara antes del descanoso para adelantar a los merengues.
Courtois, desbaratando una acción del Liverpool | EFE
Tras el paso por los vestuarios, mismo guión. El Liverpool empezó bien, pero se fue desinflando. Y poco a poco, el Madrid empezó a confiar cada vez más en su clasificación, y a mostrarse más tranquilo en posiciones defensivas. Todo, sin perder su organización y sin confiarse, ya que una acción aislada podía meter de nuevo a los reds en la eliminatoria. Sin embargo, el gol no llegó.
Los de Zidane se clasificaron con menos problemas de los previstos para unas semifinales en las que ya espera el Chelsea. De nuevo, los blancos demostraron que Europa es su territorio. Tiraron de calma y veteranía para defender el resultado de la ida, y acabaron desquiciando a un Liverpool mediocre.