Al Real Madrid solo le vale la victoria en el clásico de este sábado. El equipo blanco está obligado a ganar para seguir dependiendo de sí mismo en la lucha por la Liga. De lo contrario, deberá estar pendiente de los resultados de FC Barcelona y Atlético de Madrid en las ocho jornadas que quedarán pendientes.
Es por ello que, pese a tener que visitar Anfield el próximo miércoles, el cuadro dirigido por Zidane saldrá con todo, aunque con una modificación respecto del once que batió al Liverpool. Fede Valverde reemplazará a Marco Asensio y los blancos formarán con 4-4-2: Courtois en portería; Lucas, Militao, Nacho y Mendy en defensa; Casemiro, Modric, Valverde y Kroos en la medular; con Vinicius y Benzema en ataque.
Defensivo
Así pues, el Real Madrid sale con un planteamiento con el que básicamente pretende adueñarse de la posesión del esférico. La disposición de cuatro centrocampistas, dos de ellos de un perfil más físico como son Casemiro y Valverde, deja claro que la entidad de Chamartín quiere dominar el encuentro desde la medular.
Y, de paso, hacer la vida imposible a Messi. El delantero argentino será hoy el único mediapunta del FC Barcelona y deberá lidiar con el marcaje de Casemiro y/o Fede Valverde. Busquets, De Jong y Pedri serán los encargados de encontrar situaciones de superioridad para el astro argentino.
Lo que más sorprende del 4-4-2 es la ausencia de Asensio. El delantero mallorquín estaba viviendo el mejor momento de la temporada tras anotar en los tres últimos encuentros. Hoy empieza el choque desde el banquillo.