El Real Madrid de Zidane fue el único de los equipos aspirantes a conseguir el título de Liga que consiguió el triunfo en la jornada 24. Una victoria que permite, a la peor plantilla madridista de la última década, recortar puntos al Atlético de Madrid y seguir soñando con el campeonato.
El equipo entrenado por el Cholo Simeone fue el primero de los tres en jugar, en el Wanda Metropolitano contra el Levante. Y por primera vez en todo el curso, cayeron derrotados en casa y sumaron su tercer resultado negativo en los últimos cuatro enfrentamientos. Los colchoneros van perdiendo fuelle y dan la sensación de que no podrán mantener el ritmo durante las 14 jornadas que faltan por jugar.
Los jugadores del Levante, celebrando un gol contra el Atlético | EFE
Por su parte, el Barça de Koeman no fue capaz de aprovechar esta oportunidad de oro, y dejó escapar dos puntos en el minuto 90, tras un penalti bochornoso de Lenglet. Tanto Koeman, como Piqué y Jordi Alba se mostraron decepcionados por no alcanzar un triunfo que hubiese sido un auténtico golpe sobre la mesa. Y más tras el desastre en Champions contra el PSG.
El Madrid vuelve a la lucha por la Liga
Y contra todo pronóstico, los de Zidane fueron los únicos capaces de sacar los tres puntos este fin de semana y salieron reforzados en su lucha por el título. No había excusa, ya que los tres aspirantes jugaban ante rivales a priori inferiores. De hecho, los blancos eran los que teóricamente lo tenían más complicado.
No solo por jugar fuera de casa, sino también porque contaban con hasta nueve bajas, lo que obligó al técnico francés a dar minutos, en un choque trascendental, a futbolistas del filial e incluso a un Isco en un bajo estado de forma. Y pese a eso, el conjunto merengue volvió a evidenciar que, cuando están obligados a ganar, no fallan.
Casemiro, celebrando su gol ante el Valladolid | EFE
Queda todavía mucha Liga por delante. 42 puntos están todavía en juego. Asimismo, los tres equipos deberán también enfrentarse entre ellos para reforzar sus aspiraciones de alzar el campeonato liguero. Sin embargo, la sensación es que estos choques no serán del todo definitivos, ya que ahora mismo cualquiera de ellos puede dejar escapar puntos contra cualquier rival. Un contexto que favorece a un Real Madrid que se crece en los finales igualados y en las grandes citas.