Aunque no hay nada en firme, los rumores que apuntan a una Superliga europea siguen creciendo. Una nueva competición que tendría como principales clubes impulsores el FC Barcelona y el Real Madrid de Florentino Pérez. El máximo mandatario madridista, al ver como el club culé no tiene todavía presidente, se está viendo obligado a liderar el impulso de este nuevo trofeo dirigido exclusivamente a las superpotencias europeas.
En este sentido, según avanzó Gazzetta dello Sport, el presidente del club de Chamartín se reunió durante más de tres horas este martes en Turín con Andrea Agnelli, presidente de la Juventus. El presidente del Madrid viajó a Italia para encontrarse con el mandatario de la Vecchia Signora, que a su vez también es el presidente de la ECA, (Asociación de Clubes Europeos) y que está detrás de la Superliga. No se conocieron más detalles de esta cumbre, pero todo hace indicar que el trofeo se está cociendo a fuego lento pero con una fuerza que lo convierte en imparable.
¿Qué es la Superliga Europea?
Todo su origen se remonta a finales del siglo pasado en los despachos de los equipos más importantes del Viejo Continente. Y la consecuente creación de la ECA (Asociación de Clubes Europeos), ya en 2008 por parte del propio G-14, el grupo de clubes de fútbol más poderosos de Europa, tanto deportiva como económicamente.
Formado por 14 equipos originarios (FC Barcelona, Real Madrid, Juventus, AC Milán, Inter, Liverpool, Manchester United, Bayern de Múnich, Borussia Dortmund, Olympique de Marsella, PSG, Ajax, PSV Eindhoven y Oporto) y varios adheridos posteriormente (Arsenal, Bayer Leverkusen, Olympique de Lyon y Valencia CF). Los mismos que poco a poco han ido dando forma a un boceto de Superliga Europea donde solo participarían los grandes clubes de Europa.
Se trata de una competición que tiene marcado el 2021 como fecha de puesta en marcha. Una “Liga de las ligas”, pensada para enfrentar a los 20 más grandes de Europa, y que no contaría necesariamente con el apoyo de la UEFA. Por tanto, una liga cerrada donde la gran mayoría de clubes tendrían su plaza asegurada, y se irían sumando otros clubes que entrarían o saldrían en función de su clasificación. Mientras los encuentros acabarían disputándose seguramente entre semana, a lo largo de una temporada que abarcaría de agosto a mayo.
Una competición que está recibiendo importantes críticas, ya que pondría fin al fútbol tal y como lo conocemos. Comportaría una brecha financiera todavía mayor entre pequeños y grandes clubes. Aumentando deudas e incumpliendo todo el fair play financiero. Y creando un monopolio sobre el mercado de fichajes, sin límites para contratar a los mejores jugadores devaluando de esta forma a las ligas nacionales. Por eso, todas las grandes Ligas y la UEFA se han posicionado claramente en contra