No habrá clásico en la final de la Supercopa de España. El Barça hizo sus deberes ante la Real Sociedad, pero en cambio el Real Madrid volvió a mostrar su peor cara y cayó derrotado, justamente, contra el Athletic de Bilbao. Los hombres de Zidane evidenciaron de nuevo su irregularidad tras un mes de diciembre impoluto.
Dos errores graves de Lucas Vázquez condenaron al equipo blanco contra los Leones. Los vascos dominaron por completo en la primera mitad, y no dejaron escapar la ventaja en ningú momento. Mientras, el equipo madridista buscó el empate sin suerte, pero también sin fútbol ni eficacia. Solamente hicieron daño con centros laterales, y se limitaron a soñar con una ayuda del VAR para remontar. Pero esta vez, la fortuna no les sonrió.
El Athletic celebra un gol contra el Real Madrid / EFE
El entrenador del cuadro merengue, lejos de ser autocrítico con el flojo partido de sus jugadores, lamentó la mala suerte en la derrota contra el Athletic. "Nuestra primera parte ha sido complicada, no entramos bien en el partido, nos meten dos goles. Es lo que tuvieron, dos ocasiones y dos goles. Ha sido complicado. Cuando estás 0-2 es siempre difícil", lloró el francés.
Hazard no arranca
De nuevo, uno de los protagonistas pero de forma negativa, fue Eden Hazard. El ex del Chelsea, que costó más de 100 millones de euros al Madrid, sigue lejos de amortizar este precio. En dos temporadas, solo ha jugado 32 partidos y anotado tres goles. En Chamartín empiezan a cansarse de él.
Fue titular contra el Athletic, pero no tuvo un peso especialmente significativo en el partido. Y Zidane, de nuevo, le excusó: "Debe recuperar confianza, hacer un buen partido, hacer un gol, algo diferente. Sabemos el jugador que es y hay que tener paciencia, pero está trabajando. Estamos con él, hay que ser pacientes".
Zidane, en rueda de prensa | EFE
Finalmente, el entrenador madridista tuvo que dar la cara por uno de sus decisiones más polémicas: quitar a Benzema a pocos minutos para el final, y cuando necesitaban un gol para empatar. "Buscábamos un poco de frescura, mismos jugadores, mismas características…", aseguró. En cada intervención y cada partido, Zidane todavía pone más de manifiesto su capacidad de improvisación. Y casi nunca le sale bien.