El Real Madrid sufrió y mucho para llevarse el triunfo ante un intenso Granada (2-0). La igualdad fue la nota predominante en un partido que decidió Casemiro, al inicio de la segunda mitad, con un gran remate de cabeza. Tras el gol, los blancos se limitaron a defenderse hasta conseguir tres puntos cumpliendo de nuevo la ley del mínimo esfuerzo. Benzema sentenció el choque al contraataque, ya en la última jugada.
El Granada congela al Madrid
El Real Madrid de Zidane se enfrentaba al Granada en su mejor momento de la temporada. La clasificación in extremis de los blancos en Champions les dio el empuje necesario para sumar tres victorias consecutivas que les acercaba a los líderes en la Liga, y les permitía soñar con el título. Sin un juego brillante y sin convencer, pero sacando los tres puntos cuando más lo necesitaban. Típico del conjunto blanco.
Una estrategia conservadora y ajustada que volvieron a demostrar contra los granadinos, una de las sorpresas de la temporada y que incluso está protagonizando un notable rendimiento, por primera vez, en competiciones europeas. Desde el primer instante del choque, los visitantes se plantaron en el Alfredo di Stéfano con ganas de dar la campanada, y sacar puntos de Chamartín. De hecho, a los pocos segundos ya avisaron con una ocasión clarísima de Puertas.
Los jugadores del Madrid, presionando a un delantero del Granada | EFE
En una primera mitad extremadamente igualada, los de Diego Martínez consiguieron contener completamente a los grandes creadores del conjunto blanco, como son Kroos y Benzema. Sin ellos, el juego merengue se congeló por completo. Todavía se le complicó más la noche a Zidane cuando tuvo que sustituir, al filo del descanso, a su joven estrella Rodrygo, por una grave lesión.
La ley del mínimo esfuerzo
Tras el paso por los vestuarios, el conjunto merengue tuvo sus mejores minutos en todo el choque. Kroos, Benzema y Asensio desperdiciaron una triple ocasión que solventó a la perfección Rui Silva. Pero fue un claro aviso del gol que llegaría pocos segundos después. Casemiro remató a bocajarro y en el área pequeña un gran centro de Asensio para adelantar a los blancos.
Con este remate Casemiro adelantó al Madrid contra el Granada | EFE
Y después de eso, los de Zidane se limitaron a defenderse. A entorpecer todos los ataques del Granada y a defender el resultado. El equipo madridista volvió a evidenciar que no le interesa para nada el buen juego, que lo más importante son los tres puntos. Algo que acabaron consiguiendo cumpliendo de nuevo la ley del mínimo esfuerzo tres puntos de oro. Benzema sentenció el choque al contraataque en la última acción.