El Real Madrid de Zidane sumó su tercer triunfo consecutivo tras superar, con más problemas de los previstos, al Athletic de Bilbao en el Alfredo di Stéfano (3-1). Los blancos, pese a jugar con un hombre más durante 75 minutos por la ingenua expulsión de Raúl García, tuvieron que sudar de lo lindo para sumar los tres puntos. Tuvo que aparecer de nuevo Benzema para rescatar a un conjunto blanco soporífero, y asegurar una victoria clave para seguir luchando por la Liga.
La imprudencia de Raul García da alas al Madrid
Tras las dos victorias consecutivas en dos encuentros clave, y el billete para los octavos de final de la Champions bajo el brazo, el Real Madrid se enfrentaba al Athletic de Bilbao en el Alfredo di Stéfano en busca de tres puntos clave. El inicio de curso de los de Zinedine ha dejado mucho que desear, y después de vencer al Atlético en el derbi, los blancos eran conscientes de que un triunfo ante los Leones podría ser un golpe sobre la mesa en Liga.
El inicio del choque no fue fácil para los de Chamartín. El equipo vasco apostó por salir a morder desde el primer minuto, con una presión muy adelantada que incapacitó el control de balón de los jugadores madridistas. No obstante, todo cambió en el minuto 13, cuando Raul García se autoexpulsó tras una dura entrada a Kroos. Una tarjeta roja precedida de un posible penalti a Iñaki Williams que ni Gil Manzano ni el VAR señalizaron.
Gil Manzano expulsa a Raúl García contra el Real Madrid | EFE
A partir de ese momento, los de Garetano prescindieron de la presión y se limitaron a defender con dos líneas muy juntas. Cedieron por completo la posesión a un Madrid incapaz de tener ocasiones de gol. Mucho balón y muchos centros que no encontraban rematador. Una primera parte soporífera que, sin embargo, acabó con premio para los blancos. Kroos, en la última acción de la primera mitad, adelantó al Real Madrid con un gran disparo fuera del área. Con un hombre más, el partido se le puso muy de cara para el cuadro madridista.
Benzema salva a Zidane
El duro golpe al filo del descanso obligó al Athletic a cambiar de planteamiento tras el paso por los vestuarios. En el inicio del segundo tiempo se pudo ver a los Leones mucho más valientes y con la intención de intentar llevar la iniciativa pese a ser uno menos sobre el terreno de juego. Una estrategia que tuvo su premio. A los cinco minutos de la segunda parte, Capa empató el choque tras una gran combinación con De Marcos.
Los jugadores del Athletic, celebrando su gol ante el Madrid | EFE
Con las tablas en el marcador, regresó la dinámica de la primera mitad. Un Athletic planteando una armadura defensiva y protegiendo con todo el resultado, ante un Real Madrid que revoloteaba por la portería rojiblanca pero era incapaz de protagonizar claras ocasiones.
Sin embargo, de nuevo apareció del siempre: Karim Benzema. El francés rescató a un Real Madrid soporífero al rematar a la perfección un gran centro de Lucas Vázquez. El delantero galo volvió a evidenciar que es la gran referencia del ataque de Chamartín, y decidió un partido que se le complicó más de lo previsto a los blancos con dos goles. Y más teniendo en cuenta que jugaron con un hombre más durante prácticamente 75 minutos. Al final, sufriendo como siempre, pero tres puntos clave para seguir soñando por la Liga.