El inicio de temporada del Real Madrid ha demostrado muchas de las carencias que han acompañado al conjunto blanco en las últimas temporadas. Tras la marcha de Cristiano Ronaldo rumbo a Italia, la entidad de Chamartín no ha sido capaz de estar a la altura a nivel competitivo. El fichaje de Hazard, que ha estado más en la enfermería que en el terreno de juego, ha acabado de destrozar un proyecto sin alma.
En la capital dependen muchos de los resultados. Evidentemente, un curso fructífero en cuanto a títulos cambiaría esta imagen. Los blancos están acostumbrados a ser una montaña rusa. En estos momentos, están de nuevo en las nubes. Las últimas victorias en Champions y en Liga les permiten soñar de nuevo con títulos. Nada más lejos de la realidad.
Los jugadores del Real Madrid, lamentando una derrota | EFE
Es evidente que la actual plantilla no le da a Zidane para luchar, como mínimo, en Europa. Y a esto hay que sumar un complicado inicio de curso en la competición doméstica, que les obliga a prácticamente no fallar si quieren evitar un nuevo año sin levantar al cielo ningún trofeo.
Los grandes señalados
En este sentido, Florentino Pérez ya empieza a trabajar en la sombra en el nuevo proyecto. La joya de la corona serán los fichajes de Mbappé y Halaand. Aunque vista la situación económica, es evidente que primero se deberán priorizar las ventas. Son muchos los jugadores que están en la cuerda floja.
Empezando por el capitán, Sergio Ramos. El de Camas exige una renovación millonaria, cuando con 34 años, cada vez demuestra más carencias en defensa. Es el gran emblema y el jugador que representa más carácter en la plantilla. No obstante, eso no es suficiente para el presidente de cara a subirle el sueldo. O el defensa acaba cediendo, o deberá buscarse un nuevo destino.
Marcelo e Isco celebrando un gol con el Real Madrid / EFE
Al capitán hay que sumar también a otros representantes de una época dorada pero ya caducada en el Madrid. Empezando por Marcelo e Isco. Ambas se están quedando sin oportunidades y sin la confianza de Zidane. Están a punto de explotar. El mismo técnico francés reconoció que ya no se puede vivir de los éxitos del pasado.
Sobre el centrocampista español, reconoció que "no le doy la oportunidad de demostrar el jugador que es". Igual que con el lateral brasileño, sobre el que explicó que "no es culpa suya" tener menos minutos. "Lo siento por mis jugadores. Les quiero mucho y nunca voy a olvidar lo que me han dado", aseguró el entrenador madridista, dando a entender que su etapa en Chamartín está ya acabada.
El papel de los dos juguetes rotos de Zidane ha pasado a ser residual este curso, especialmente en los últimos choques. Los mejores partidos del Madrid han coincidido con sus suplencias. Y al final, pese a que el francés tenga a sus favoritos, deberá priorizar a los más preparados si no quiere que su etapa en el conjunto blanco acabe de mala manera, y se marche desterrado y por la puerta de atrás.