Por mucho que se esfuerce, el desterrado del Real Madrid de Zinedine Zidane tiene poco que hacer para disimular el final de su carrera en el conjunto blanco. Y es que Isco Alarcón ha aprovechado el segundo parón de selecciones para coger ritmo en casa.
Su ausencia en la Selección hace que el malagueño se la esté jugando más que nunca en el Madrid, y sabe que debe recuperar a Zidane para volver a tener minutos. De hecho, el centrocampista blanco sólo ha jugado seis de los 11 partidos que ha disputado el Madrid esta temporada, y ninguno de ellos ha sido en Champions ni tampoco saltó al césped del Camp Nou en el Clásico.
Isco hace el paripé para ocultar su declive / IG
A esto, se le añade que Isco ya ha sido pillado rajando del técnico francés, y tanto el galo como Sergio Ramos ya le han dado algún toque de atención este curso. Por lo tanto, el malagueño no tiene ni un segundo más que perder. Tiene que trabajar duro si quiere volver a contar para Zidane, y más sabiendo de la gran competencia que hay ahora en la plantilla merengue.
Tapar lo intapable
Es indiscutible que el rendimiento de Isco está firmando su sentencia de muerte en el Real Madrid. El ex del Málaga está muy lejos de su mejor forma, y para ejemplo, el hecho de que Luis Enrique haya optado por Marco Asensio para ir con la selección en vez de con él.
Pero Isco quiere aprovechar este revés para volver a ser uno de los ‘niños mimados’ de Zidane, demostrándole que sigue sus consejos y se está poniendo a tono en cuanto a exigencia física, aunque esté lejos de Valdebebas. Además, el malagueño también ha compartido el vídeo para acallar las críticas de aquellos que le llaman “vago” o le dicen que “está gordito”.
Isco Alarcón en el Real Madrid | EFE
Pero las dudas sobre la continuidad del centrocampista en el Madrid no se dispersan. Y más cuando acaba contrato en junio de 2022 y sólo tiene la opción de renovar o convertirse en agente libre. Por otra parte, los rumores sobre que el Everton de su exentrenador, Carlo Ancelotti, estaría interesado en sus servicios. Así que, antes de despedirse de la capital madrileña, Isco quiere agotar su última bala en el Madrid.