Si en el Clásico fue Isco Alarcón el que fue pillado por las cámaras criticando al entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, este martes fue Karim Benzema el que rajó de uno de sus compañeros de equipo, concretamente de Vinicius Jr, en el empate en Champions contra el Borussia Monchengladbach (2-2).
Telefoot fue la operadora que pilló al francés rajando de su rival por la titularidad en la delantera blanca en una conversación con Mendy. "Hermano, no juegues con él. Él hace lo que quiere, madre mía. Juega contra nosotros", dijo Benzema, para pedirle al lateral que no le pasara el balón a Vinicius.
El mosqueo del delantero galo, al menos en ese choque, fue evidente. Como demuestra el hecho de que Benzema no le pasó ni un solo balón a Vinicius en toda la segunda mitad. Los continuos intentos de regate del joven brasileño, incapaz de levantar la cabeza y buscar a sus compañeros, provocó la ira de uno de los pesos pesados del vestuario.
Una tregua fictícia
Sin embargo, no tardó el Real Madrid en tomar cartas en el asunto y exigir a ambos futbolistas que firmasen una tregua, para potenciar la unión de la plantilla antes del choque decisivo en Champions ante el Inter de Milán. Benzema y Vinicius hablaron en el primer entrenamiento tras la polémica, y evidenciaron su deseo de zanjar el caso, de momento.
En la victoria de los blancos contra el Huesca, también se pudo ver como ambos futbolistas intentaban combinar y se buscaban más de lo habitual. E incluso, tras el triunfo, los dos colgaron la misma fotografía en su Instagram, mencionándose. De forma evidente, y por órdenes de Florentino Pérez, intentaron demostrar públicamente que se llevan bien y que no hay ningún problema entre ellos. El máximo mandatario blanco no se puede permitir la confrontación entre una de sus grandes estrellas y su mayor promesa.
Sin embargo, no menos obvio es que el delantero francés no cambiará de opinión sobre su compañero de la noche a la mañana. Las carencias de Vinicius, y que critica todo el equipo, son persistentes. Su capacidad de superar rivales es valiosa, pero si después no es capaz de jugar con sus compañeros o de escoger una opción eficaz, no sirven de nada los regates. El postureo de cara a la galería ya está hecho. No obstante, a Benzema sigue sin convencerle el juego de Vinicius y seguirá criticándolo, si no escoge la mejor opción para ayudar al equipo.
Benzema y Vinicius, en una charla privada | EFE