En 2018, y por primera vez en la historia, la tecnología llegó al fútbol español. El VAR debía ser una herramienta para que la labor de los árbitros fuese mucho más sencilla, y para evitar polémicas. No obstante, dos años después el videoarbitraje está más en el punto de mira que nunca. Y como siempre, el Real Madrid está siendo el más favorecido.
La actuación de Martínez Munuera el pasado fin de semana en el clásico, acabó de hacer explotar a los dirigentes del FC Barcelona. La cúpula azulgrana hizo un llamamiento a todos los clubes del fútbol español a denunciar los criterios de interpretación del VAR. De hecho, ya ha enviado a la RFEF una queja formal contra el uso que los colegiados hacen de la tecnología.
Polémica en el clásico entre el Barça y el Real Madrid arbitrado por Martínez Munuera / EFE
Sin embargo, hay que destacar que la utilización del videoarbitraje no se ha puesto tanto en duda hasta el regreso de la competición tras el confinamiento. Precisamente, pocos semanas después de que el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, llamase al presidente de la Federación, Luis Rubiales, para quejarse del VAR. Tras ese momento, todas las acciones dudosas han caído del lado del club blanco.
El trato de favor del VAR al Real Madrid
No es una insensatez apuntar que si no hubieses sido por el arbitraje, el Madrid podría no haber ganado la Liga el curso pasado. Y es que entre el final de la anterior edición de la competición, y el inicio de esta los de Chamartín se han visto extremadamente beneficiados por decisiones en cadena. Hasta en 20 oportunidades en un total de 17 jornadas la balanza cayó de su lado en jugadas o discutibles o que le tenían que haber ido claramente en contra.
En cambio, el Barcelona ha disputado 16 partidos de Liga, que se han saldado con 20 jugadas polémicas. En dos el árbitro se equivocó en acciones ajenas al protocolo VAR, en ocho el videoarbitraje decidió en contra del Barça, en otras siete no entró o no vio nada punible cuando los blaugrana lo pedían y en tres salió favorecido por una posterior revisión de la jugada.
Martínez Munuera, revisando un gol del Real Madrid | EFE
Este hecho evidencia que al final, pese a poder acceder a la tecnología, se trata de una herramienta que utilizan los propios colegiados. Por tanto, sigue siendo determinante que todos sigan el mismo criterio, al menos al utilizarla a cámara lenta y en acciones polémicas. No obstante, la paridad de decisiones está siendo evidente. Y de forma sospechosa, el conjunto madridista se está viendo favorecido contínuamente ante todos sus rivales. A priori, solo debería aparecer el VAR en jugadas que no dejan lugar a la duda. Pero se está utilizando de forma aleatoria y se está convirtiendo en una auténtica lotería en cada choque.