Florentino Pérez fulmina a una leyenda del Real Madrid (y es capitán)
El Santiago Bernabéu no podrá despedir como es debido a una leyenda blanca
12 septiembre, 2020 17:15Florentino Pérez no quiere que el coronavirus impida la tan necesaria renovación de la plantilla del Real Madrid. Hay muchos jugadores que están en la cuerda floja --Gareth Bale, Luka Modric, Isco Alarcón--, pero una de las despedidas que más dolerán al madridismo es la de Marcelo.
El lateral de ahora 32 años llegó como juvenil a Valdebebas, con solo 18 años, y allí se convirtió en uno de los mejores especialistas de la banda izquierda. Tras 22 títulos como jugador blanco y dos temporadas pasando con más pena que gloria, le habrían abierto las puertas de salida.
Escuchará ofertas
Según apuntó el medio brasileño Esporte Interativo, Marcelo está dispuesto a escuchar ofertas para desvincularse del Real Madrid. Termina contrato en verano de 2022. Espera salir a un equipo de primer nivel y recuperar el protagonismo que en el Santiago Bernabéu le han arrebatado Ferland Mendy y Sergio Reguilón.
Marcelo en un encuentro del Real Madrid / EFE
El ex de Fluminense sigue en la agenda de la Juventus de Turín y del Inter de Milán. Ambos no descartan hacer una ofensiva por el lateral, pero tal y como sucede con el Barça y Luis Suárez, el problema es el sueldo. Percibe unos ocho millones de euros por temporada y su rendimiento en los últimos cursos no justifican ese desembolso.
Zinedine Zidane tiene, de momento, a dos laterales consolidados para una misma posición: Mendy y Reguilón. Si se va el brasileño, el internacional español seguramente no saldrá y disputará el puesto al francés, que parte como claro favorito. No ha trascendido aún el posible precio de traspaso.
Adiós por la puerta de atrás
Como sucede en tiempos de coronavirus, Marcelo, una leyenda para el madridismo, no se podría despedir de la que ha sido su afición durante más de 14 años. Es el segundo capitán y saldría por la puerta de atrás. A pocas semanas del cierre del mercado, han vuelto los rumores del adiós del brasileño y, ahora, pueden ser definitivos.