Gareth Bale volvió a sonreír este domingo. El extremo disputó los 90 minutos del encuentro de selecciones entre Gales y Bulgaria (1-0) de la UEFA Nations League. Este hecho, que no debería ser noticia a priori, lo es porque hacía ocho meses que el madridista no disputaba un partido de principio a fin.

En las próximas horas, el galés volverá a la triste normalidad que le espera en Madrid. Terminó el curso fuera de las convocatorias y su divorcio con Zinedine Zidane y Florentino Pérez es total. Las dos partes creen que lo mejor sería una desvinculación definitiva en forma de traspaso, pero todavía no se ha llegado a un acuerdo.

Enrocados

El presidente blanco no quiere seguir pagándole el alto salario a Bale y quiere traspasarlo, aunque ningún club haya hecho hasta la fecha una oferta formal que convenza al mandamás. No quiere darle de ninguna manera la carta de libertad y espera que al menos se pase por caja a dejar algún ingreso.

Una foto de Gareth Bale y Florentino Pérez / Twitter

Una foto de Gareth Bale y Florentino Pérez / Twitter

El futbolista, por su parte, tampoco ha cedido. Tiene dos años de contrato y entre sus recientes declaraciones y episodios de indisciplina, no se espera que la situación se pueda reconducir fácilmente. “El Real Madrid pone las cosas muy difíciles para ser honestos”, comentó en una entrevista en Sky Sports.

“¿Dejar el Real Madrid? Esa es una pregunta para el club, quería salir la temporada pasada y había un proyecto que me gustaba, pero todo fue bloqueado en el último segundo. Todo está en manos del club”, reconoció el futbolista, que tenía una suculenta oferta del mercado asiático.

Trabajo para Bernett

El miércoles de la semana pasada, Jonathan Barnett, representante de Gareth Bale, se reunió con la cúpula del Real Madrid. El polémico representante quiere forzar hasta el último momento y luchar para que los blancos accedan a darle la carta de libertad. Todo apunta que ninguno va a ceder y es un culebrón que va para largo.