Sergio Ramos volvió a demostrar ser un gran ejemplo de cinismo al hablar de Messi. El capitán del Real Madrid, antes de que el argentino comunicase que se quedaba a la fuerza en el Barça, reconoció que "para el fútbol español, para el Barcelona y para nosotros, que nos gusta ganar estando los mejores, nos gustaría que permaneciera aquí. Hace mejor la Liga, a su equipo y más bonitos los Clásicos".
Sin embargo, añadió una puntilla para ensañarse con el 10 por la espalda: "No sé si lo habrá hecho de la mejor manera". Por tanto, criticó las formas en las que el crack de Rosario llevó el tema de su posible salida. En cambio, al ser preguntado por su posible renovación, intentó mostrase como la persona más noble del mundo, afirmando: "No se ha tocado. Ni genera intranquilidad. Nunca me plantee salir del Madrid. No creo que haya problemas".
Messi se encara con Ramos en un Clásico | EFE
Por tanto, intentó quedar por encima de Messi, y limpiar su imagen pública, asegurando que su deseo es quedarse toda la vida en la entidad de Chamartín y colgar las botas allí. No obstante, estas declaraciones no las ha fundamentado en hechos. Y es que si su extensión todavía no ha llegado, ha sido precisamente por sus intereses económicos y sus ganas de estrujar a Florentino Pérez.
Quiere ganar más
Las posturas entre el de Camas y el club blanco para acordar la renovación están todavía muy alejadas. El capitán madridista exige ser el mejor pagado de la plantilla, como premio a su fidelidad y su liderazgo. Y no por su rendimiento deportivo, que está empezando a dejar mucho que desear.
En cambio, Florentino Pérez no está dispuesto a subirle todavía más el sueldo, y más tras las pérdidas provocadas por el coronavirus. Con 34 años, el sevillano aspira a dos años más, y retirarse con 37 en el Bernabéu. Sin embargo, se le ofrece solo la opción de un año renovable en función del rendimiento. Algo que Ramos se ha tomado como un ataque personal y una falta de confianza.
Florentino Pérez y Sergio Ramos en un acto público / EFE
El central merengue criticó a Messi por sus formas de intentar dejar el Barça. No obstante, sus maneras de reclamar una extensión y apretar al Madrid tampoco están siendo los mejores. Asimimo, en caso de no conseguirlo, estaría abierto a salir en busca de nuevas aventuras a un equipo que pague altas fichas. No es descartable que salga dirección a algún equipo asiático o a Estados Unidos. Un hecho que, por contra, podría hacerle perder su billete para el Mundial de Qatar 2022 con la selección española. Sergio Ramos no es ejemplo de nada, y menos para Messi.