A diferencia de lo que suele suceder habitualmente, Florentino Pérez está quedando en un segundo plano en este mercado de fichajes. La operación salida del FC Barcelona y la posible marcha de Leo Messi eclipsan cualquier movimiento que pueda intentar el Real Madrid. El gran protagonista del mercado en clave blanca, de hecho, está siendo un futbolista que pone trabas a su salida.
No es otro que Gareth Bale. Sus palabras en la última entrevista que concedió agotaron la paciencia y las buenas formas del magnate madridista. Ahora el presidente blanco está decidido a destruirle la carrera. No le facilitará la marcha y, quien se lo quiera llevar, deberá pasar por caja.
Los motivos del enfado
Las declaraciones a Sky Sports encendieron a Florentino Pérez. El extremo galés, cuestionado sobre su futuro, aseveró que "es una pregunta para el club, yo intenté marcharme el año pasado y el club lo bloqueó todo. Yo quiero jugar al fútbol, estoy motivado para hacerlo, pero es el club el que lo controla todo".
Zinedine Zidane y Gareth Bale /REDES
Bale concluye que el Real Madrid "pone las cosas muy difíciles para ser honestos". En realidad, son las dos partes las que lo están poniendo difícil. El extremo galés solo parece dispuesto a salir del Santiago Bernabéu si es con la carta de libertad bajo el brazo, para así poder seguir cobrando un buen salario en su nuevo destino.
Estas palabras son simplemente la gota que colma el vaso. Bromas como el ya mítico Wales, Golf, Madrid o sus carcajadas en la grada cuando el equipo blanco se jugaba la Liga tampoco hicieron ninguna gracia a Florentino Pérez. Lo ha mimado durante años, pero ahora se le ha agotado la paciencia.
Traspaso o nada
El presidente blanco tiene decidido no dar la carta de libertad al extremo galés. Se lo ha dado todo y, tras su comportamiento, lo último que va a hacer es un último favor. Si no hay ningún club interesado en pagar traspaso por Bale, el futbolista británico se quedará un curso más en el Santiago Bernabéu.
Gareth Bale en un partido del Real Madrid / EFE
Aunque eso afecte a la masa salarial del Real Madrid. El salario de Gareth no es precisamente bajo, pero tampoco es el mayor de los problemas de la entidad de Chamartín. La guerra entre Florentino y Bale va más allá de lo económico: la dignidad y el orgullo ya pesan más que el dinero.