¡El Real Madrid eliminado de la Champions League! Fin de la carrera europea para los de Zinedine Zidane. El Manchester City no decepcionó y fue a por el partido desde el primer minuto, como ya avanzó Pep Guardiola en la rueda de prensa. No se reservaron y desde el inicio demostraron que el partido no se les escaparía (2-1): control y ocasiones. Tampoco tuvieron la ayuda del VAR, en Europa no funciona como España.
En el minuto nueve ya saltó la sorpresa. Un Raphael Varane irreconocible se dejó robar el balón en línea de fondo por Gabriel Jesus y este ya encaraba a Thibaut Courtois. Ante el belga, hacía el pase de la muerte a Raheem Sterling. Eder Militao, sustituto de Sergio Ramos, casi la sacaba bajo palos, pero se pasó de frenada.
El dominio absoluto de los locales continuó hasta mediados de la primera parte, hasta que empezó a aparecer Karim Benzema, el único argumento ofensivo de los madrileños. Por mucho que lo rodeen de talento --en este caso Eden Hazard y Rodrygo Goes--, o lo hace él o no lo hace nadie.
Benzema celebrando su gol contra el Manchester City / EFE
En el 28 llegaba el empate por parte del Real Madrid. Una buena jugada del extremo brasileño, con la permisividad de Joao Cancelo, terminaba con el buen remate del francés. También tuvo dos más para ampliar el marcador, pero se encontró con Ederson y el fuera de juego.
En la segunda parte se siguió con la misma tónica: los cityzens tenían el control y las ocasiones, pero los merengues contaban con algún contraataque puntual. El gol de la sentencia de los locales llego de los pies de Gabriel Jesus. Otro error imperdonable de Varane dejaba al brasileño solo ante Courtois y éste no fallaba.
Varane, el hombre del partido
El foco de la previa estaba puesto en la baja de Sergio Ramos. El capitán no estaba y su sitio lo ocupó Eder Militao, que hacía pareja con Raphael Varane. El francés no tuvo un buen día, mientras que el brasileño pasó desapercibido. Dos errores de juvenil suyos fueron decisivos en las acciones de los goles. Una noche para olvidar que tapa una temporada notable.
Raphael Varane lamentando uno de sus dos errores contra el City / Redes
Su cara lo decía todo. Ya después del primer tanto, en el minuto nueve, no fue el que nos tiene acostumbrados. Sus pases eran flojos y dubitativos; sus acciones poco agresivas y con miedo. Ejemplo de ello fue la segunda diana: tras intentar despejar y no poder, le cedía el gol en bandeja a Gabriel Jesus.
La jugada táctica de Pep
Pep Guardiola sorprendió dejando a figuras como Riyad Mahrez y Bernardo Silva en el banquillo. Su apuesta fue por un tridente formado por Raheem Sterling en la derecha, Gabriel Jesus en la izquierda y el joven Phil Foden de falso nueve. Normalmente, es el brasileño quien hace de referencia.
Con el inglés de 20 años moviéndose libremente, ni Varane ni Militao tenían una clara referencia mientras que los dos extremos atacaban los espacios. Así llegaron la mayoría de las ocasiones: combinación del centro del campo --Rodrigo, Gundogan y De Bruyne-- y balón dirigido a las espaldas de Dani Carvajal y Ferland Mendy.
Zidane y Guardiola durante el Manchester City-Real Madrid / EFE
En la segunda parte volvieron a un sistema más habitual: Phil Foden actuaba por la derecha, Gabriel Jesus por el centro y Raheem Sterling por la izquierda. Una táctica buscando más las bandas y la referencia y no tanto la asociación en el centro, que en la primera parte les dio el 55% de posesión y ocho disparos. Así llegó el segundo gol. Lección del maestro al alumno.