24 de julio del 2000, uno de los días más dolorosos de la historia reciente del Barça. Los culés veían como su gran estrella y capitán cambiaba de equipo y se iba al eterno rival. Sí, Luis Figo dejaba el Camp Nou y recalaba en el nuevo proyecto de los galácticos de un Florentino Pérez que acababa de ganar las elecciones.
El portugués llevaba cinco temporadas en Barcelona y era uno de los ídolos de la afición, pero poco le importó irse al Real Madrid. Firmó una traición que ya ha pasado a la historia y que todavía hoy tiene consecuencias. El interior sigue siendo reticente a atender medios catalanes o del Barça 20 años después, por ejemplo.
Detalles del fichaje
Luis Figo era una de las cartas electorales del presidente y quiso cumplir su promesa. Horas después de confirmarse su presidencia, Florentino cogió un avión rumbo a Lisboa. Tras casi 20 horas de negociación, convenció al jugador. “Cuando fichas por el Real Madrid te das cuenta de la dimensión que tiene, nada comparable a ningún otro club”, comentó.
Se firmó el traspaso más caro de la historia del fútbol en ese momento. Dejaba en las arcas del Barça 10.270 millones de pesetas (61,9 millones de euros). Florentino le vendió el proyecto de los galácticos y que sería el jugador referencia del equipo. Luego llegaron Zinedine Zidane, Ronaldo Nazario y David Beckham; entre otros.
El 24 de julio del 2000 era presentado en el Santiago Bernabéu junto al presidente y Alfredo di Stéfano, otro fichaje escandaloso que se llevaron los blancos. Llevó el dorsal 10 y su rendimiento no fue como esperaba, pero siempre insiste en que no se arrepiente de la decisión. Sigue siendo uno de los ídolos del madridismo, más por la traición que por sus aportaciones.
La verdad es que Figo creó un antes y un después en el mundo del fútbol con su traspaso. Meses más tarde llegaría Zinedine Zidane, procedente de la Juventus de Turín, por 72 millones de euros. Ahora estos precios son más que normales, no de supercrack. El récord ahora lo tiene Neymar Junior, con 222.
Un Barça sin reacción
Muchos recordarán el clásico del Camp Nou de la temporada 2000-01 la cabeza de cochinillo o la botella de JB, pero las consecuencias de la salida del portugués trastocaron los planes del club. Joan Gaspart, que cogía la presidencia ese mismo mes de julio, no supo cómo reaccionar.
Figo golpeando un córner en el clásico del cochinillo / Redes
El dinero que dejó Figo se invirtió en fichajes como Emmanuel Petit, Marc Overmars, Gerard López y Alfonso Pérez. Ninguno cogió la importancia que tenía el 7 azulgrana. En sus tres años, hasta 2003, que estuvo en la presidencia, el excéntrico mandatario no consiguió levantar ningún título.