El Real Madrid tiene prácticamente la Liga en el saco, la segunda en los últimos ocho años. La victoria contra el Granada (1-2) mantienen la diferencia de cuatro puntos a falta de las dos últimas jornadas ligueras. Salvo dos pinchazos inesperados, los blancos cantarán el alirón el próximo jueves y taparán algunos conflictos internos.
Las nueve jornadas de Liga que llevamos disputadas después del confinamiento nos dejan varios protagonistas en clave merengue. Karim Benzema es la referencia ofensiva mientas que también es destacable el gran nivel físico y de motivación de Sergio Ramos, que ha visto portería con cierta facilidad.
Sergio Ramos, en un córner ante el Granada | EFE
En ocho partidos, el central de Camas ha marcado cinco goles: tres de penalti, uno de cabeza e incluso de falta contra el Mallorca (2-0). Es el gran líder del vestuario del Real Madrid y parece que todos están encantados con él, pero no es exactamente así. En los despachos, su situación es todo un dolor de cabeza.
La renovación, problema a la vista
Sergio Ramos ya no es un chaval. Aunque está en un estado de forma muy destacado, tiene 34 años y su nivel estas dos últimas temporadas ha ido a la baja. En el Santiago Bernabéu empieza a sembrar dudas, aunque lo maquille con estas últimas jornadas de Liga, y muchos se preguntan qué futuro tiene en el equipo de Zidane.
El sevillano termina contrato con los blancos en verano de 2021 y lleva meses tratando de encarrilar su renovación. Pero no será fácil. Florentino Pérez quiere mantener un cierto equilibrio en cuanto a los salarios se refiere y liberar masa salarial. Se irán jugadores como Gareth Bale o Luka Modric pero no será suficiente.
Sergio Ramos, celebrando su gol ante el Mallorca | EFE
El mandamás está abierto a renovar la vinculación del capitán, pero en ningún caso quiere tirar la casa por la ventana. Ya no es el mejor central del mundo y podría sentar un peligroso precedente pagando tanto de sueldo a un defensa de tan elevada edad.
Por su contra, Ramos tiene al vestuario y al madridismo de su lado. Es una leyenda viva del club y su salida podría generar algún conflicto entre grada, vestuario y palco. Florentino está entre la espada y la pared: asegurar la economía o el bienestar social de la entidad. Un problema que, con algunas excepciones, también se tiene en el Barça.
El bombero Zidane
Si la temporada hubiera trascurrido como el curso pasado, la situación se hubiera vuelto insostenible, pero, por suerte para el madridismo, cuentan con Zinedine Zidane, todo un apagafuegos. El buen rendimiento que ha sacado al equipo --especialmente a Ramos-- sumado a los regates que les hace a los periodistas en rueda de prensa, hacen que la situación se siga aguantando.
Zinedine Zidane durante una rueda de prensa /REDES
Este jueves el Real Madrid puede cantar el alirón y se maquillarán algunos conflictos que el presidente tendrá que resolver en las próximas semanas: el futuro de Bale, James, Jovic y Modric; la renovación de Sergio Ramos o las ventas no deseadas para tener liquidez para los fichajes veraniegos.