Golpe prácticamente definitivo del Real Madrid en la Liga. El conjunto madridista se impuso al Granada por la mínima (1-2), en un encuentro donde no estuvieron especialmente inspirados a nivel de juego. Los hombres de Zidane tiraron de oficio en la primera mitad, y tras dos tantos en los primeros 15 minutos, se dedicaron a defender el resultado durante todo el partido.
Sergio Ramos, en un salto contra un defensa del Granada | EFE
El Granada, superior durante gran parte del choque, puso el miedo en el cuerpo al cuadro madridista con un gol al empezar la segunda mitad. No obstante, la flor de Zidane y la contundencia defensiva de la entidad Chamartín fue suficiente para llevarse tres puntos clave que le aseguran, a falta de un milagro para el Barça, el campeonato liguero.
El oficio del Real Madrid
El Real Madrid llegó a Los Cármenes con la intención de no dar al Granada ni una sola oportunidad de complicarle el título de Liga. Con una alineación sorprendente, con cinco centrocampistas, Zidane intentó por encima de todo no perder el control y evitar cualquier tipo de sorpresas.
Una estrategia que funcionó al conjunto blanco especialmente en la primera mitad. Y más tras sentenciar prácticamente el encuentro en tan solo 15 minutos. Primero Mendy, tras una enorme jugada individual; y solo cinco minutos después, Karim Benzema; reflejaron también en el marcador la superoridad de la entidad de Chamartín.
Sin un juego espectacular, pero con una gran eficacia en ataque y contundencia en defensa, los blancos dejaron encarrilado el choque en la primera mitad. Los campeonatos no solo se ganan con exhibiciones, sino también con oficio. Algo que demostró el Real Madrid no solo en Granada, sino en las diez victorias anteriores tras el parón.
Pidiendo la hora
No obstante, el Granada no estaba dispuesto a lanzar los tres puntos sin ni siquiera lucharlos. Un triunfo les acercaba de forma optimista a Europa. Y ese objetivo es lo que les dio fuerza tras el paso de los vestuarios. Tras cinco minutos en el terreno de juego, Machís acabó con la racha de Courtois y dio vida al conjunto nazarí. Un gol potenciado por un claro error de Casemiro en la salida del balón.
Machís, celebrando su gol contra el Real Madrid | EFE
Tras reducir distancias, los andaluces se recuperaron en confianza y retomaron sus fundamentos. Encerraron a un Real Madrid aterrado, viendo como otro gol les complicaba la vida en el campeonato. Courtois y un poderoso Sergio Ramos se dejaron la piel para evitar el empate, ante un Granada que cada vez acumulaba más jugadores en el área blanca.
No obstante, finalmente la fortuna volvió a caer del lado madridista. El Granada, uno de los equipos con menos presupuesto de la Liga, puso contra las cuerdas a un Real Madrid penoso, que acabó perdiendo el tiempo y pidiendo la hora, y al que le sirvió lo mínimo para prácticamente sentenciar el campeonato más injusto.