Las jóvenes promesas están empezando a plantearse dar sus primeros pasos en el Real Madrid. Al menos, mientras Zinedine Zidane siga en el banquillo del Santiago Bernabéu. Florentino Pérez ha apostado por un claro cambio de estrategia en los últimos años. El máximo mandatario blanco, con el objetivo de reservar la gran inversión para ir a por Mbappé cuando se de el momento, decidió apostar por fichajes jóvenes y con proyección, para que fuesen entrando poco a poco en el equipo. O, en caso de no funcionar, conseguir que se revalorizasen y sacarlos por una cantidad mucho superior.
Zidane, en un acto con el Real Madrid | EFE
Zidane, en un acto con el Real Madrid | EFE
Pero al final, ni una ni la otra. La lista de promesas que han aterrizado en la capital es amplia. Pero pocos han conseguido ganarse la confianza del técnico francés. Como mucho, parece que los más caros, como son los brasileños Vinicius o Rodrygo, sí conseguirán una ansiada oportunidad. Seguramente, órdenes de arriba. Porque si fuese por Zidane, siempre jugaría con sus once hombres, en los que más confía, aunque bajen el rendimiento. Su vieja guardia.
Marcos Llorente, otra perla que triunfa lejos del Bernabéu
En este sentido, son muchos los futbolistas que se han visto obligados a dar un giro de 360 grados en su carrera, tras un mal paso por el Santiago Bernabéu. Kovacic, Diego Llorente, Ceballos, Mario Hermoso, o los casos más evidentes de Odegaard o Hakimi, cedidos que volverán el próximo verano, son claros ejemplos de que es posible triunfar tras un horrible recuerdo en el Real Madrid. En la capital son conscientes de ello, y por eso en la mayoría de ventas de jugadores jóvenes, se reservan una opción de futura compra.
No obstante, también hay muchos que acaban escapándose, y demuestran la mala decisión del conjunto blanco. El último en poner de manifiesto el error del club madridista al dejarle marchar es Marcos Llorente. Florentino le quería, pero finalmente, ante las reticencias de Zidane de darle oportunidades en el once, apostaron por venderlo el verano pasado al Atlético de Madrid, a cambio de 40 millones de euros.
Una venta que, menos de un año después, ya ha provocado la guerra entre presidente y entrenador. Y es que el rendimiento del internacional español está siendo más que notable. Se convirtió en el héroe del club colchonero, tras certificar su victoria ante el todopoderoso Liverpool, y dar el pase a su equipo para los cuartos de final de la Champions. Además, tras el parón ha vuelto también a un nivel destacado, y se ha convertido en un fijo en el esquema del Cholo Simeone.
Mientras, en Madrid se lamentan de haber dejado escapar a una de sus grandes perlas, e intentan solventar este disgusto gastando una cantidad todavía mayor en el joven Camavinga, promesa del fútbol francés, por el que podrían pagar hasta 75 kilos. Y es que a veces, no valoras suficiente lo que tienes hasta que lo pierdes. Y sino que se lo digan a Zidane.