Eduardo Camavinga es uno de los grandes deseados de los grandes clubes de Europa. Con solo 17 años, es el pilar del equipo revelación de la Ligue 1, el Rennes, y uno de los mayores talentos del fútbol. Su buena temporada no ha pasado desapercibida y ya son muchos clubes quienes han preguntado por él.
Barça, Manchester United o Real Madrid son alguno de ellos. Quienes mejores lo tienen son los blancos, que siguen con la caza del joven talento galo. Zinedine Zidane lo tiene muy bien considerado y piensa que podría relevar a Luka Modric en uno de los interiores de la medular. El problema es que el jugador no quiere irse del club de su vida para ser un suplente más.
Camavinga es consciente de su juventud y de la importancia que ha tenido esta temporada. El próximo curso disputarán la Champions League con los bretones y no tiene mucha prisa para salir a un club mayor. “Es bueno que grandes clubes como los mencionados estén interesados en mí, pero al mismo tiempo, no estoy demasiado interesado en eso. Sobre todo, porque estoy bien en Rennes. Veremos qué sucede después... Dejo que mis padres y mis agentes se encarguen de esto”, comentó recientemente en una entrevista.
La relación que acerca a Camavinga
El centrocampista galo tiene contrato con el Rennes hasta 2022 y, aunque en Madrid apuntan que su precio sería de unos 50 millones de euros, los bretones no lo dejarán escapar por menos de 100. Pero, como es habitual, los blancos tienen un as en la manga. En este caso no es gracias a Florentino Pérez sino a Zinedine Zidane.
El entrenador mantiene una excelente relación con la cúpula del equipo francés. Concretamente con François-Henri Pinault, hijo de François Pinault, el magnate propietario del Rennes. Esta familia es la tercera fortuna de Francia. En los últimos meses, esta relación se ha intensificado aunque sus contactos vienen de lejos. En el pasado ya colaboraron en actos solidarios como en la campaña Gift for Chance en 2009.
Pinaut y Zidane en el estadio del Rennes / Redes
Su relación no termina aquí. Aunque Zidane nunca ha jugado en le Rennes, participó en diferentes campañas para buscar fondos para la construcción del estadio. Un favor que ahora se podría ver recompensado. En 2012, al exfutbolista, Pinaut hijo y a su mujer, Salma Hayek, se les concedió la Legión de Honor del país en una gala conjunta.
Pinault padre no quiere vender
Aunque la relación entre ambas familias es muy buena y próxima, el magnate no quiere oír ni hablar de un adiós de su jugador estrella. Sabe que es cuestión de tiempo que termine saliendo traspasado, pero quiere aguantarlo como mínimo una temporada más. Jugarán Champions League y quieren ir con los jugadores de la plantilla actual.
Eso sí, sin los ingresos televisivos de la Ligue 1, al equipo le falta liquidez, como a la mayoría de los equipos de Francia. Si llegará una oferta de más de 100 millones de euros, difícilmente François Pinault diría que no. Cabe recordar que el último gran crack que salió del club bretón fue Ousmane Dembelé, que comparte representante con Camavinga.