La hemeroteca es muy traicionera. Tanto Barça como Real Madrid han firmado en los últimos años a jugadores que han hecho guiños al eterno rival. Recientemente fueron Luka Jovic, Junior Firpo o Antoine Griezmann quieres lo hicieron. En las últimas horas ha salido a la luz unas palabras de Miralem Pjanic, objetivo azulgrana, de hace unos años.
Cuando estaba en la Roma, antes de irse a la Juventus de Turín, el centrocampista reconoció en la web del club que su modelo a seguir siempre fue Zinedine Zidane, leyenda del club blanco. “De niño decidí ser futbolista gracias a él. Era el mejor que había visto en mi vida”, reconoció el bosnio.
No se quedó aquí. En 2013 le volvieron a insistir en el tema y aseguró que el Real Madrid era “el equipo de mi infancia” y añadió un “¿quién no sueña con jugar con ellos?”. Siete años más tarde parece que su destino será el Camp Nou, donde tendrá la principal misión de superar a los blancos y levantar títulos.
Parece que la opción Pjanic va cogiendo fuerza día tras día. Juventus y Barça están trabajando en un intercambio de jugadores para reforzar los equipos. Han salido nombres como Arturo Vidal o Ivan Rakitic, cuando se ha caído de esa lista Arthur Melo, que no quiere ni oír a hablar de una salida del club.
Pjanic, casi blanco
Miralem Pjanic se ha consolidado como uno de los mejores centrocampistas de la élite sin hacer excesivo ruido. Empezó a ser conocido en el Olympique de Lyon, dio el salto a la Roma hasta llegar en 2016 a la Vecchia Singora. Es uno de los capitanes del equipo, pero a sus 30 años quieren darle salida y reclutar a otro perfil de jugador.
El bosnio ha sonado hace ya varios veranos para reforzar a Barça y Real Madrid. Concretamente fueron los blancos quienes insistieron más en él. Fue en verano de 2018, cuando abandonó el cargo Zinedine Zidane y cogió el equipo Santiago Solari. Ofrecieron 60 millones de euros, pero los bianconeri se negaron a traspasarlo.
Una imagen de Miralem Pjanic con la Juventus /REDES
Meses más tarde, cuando volvió el galo al banquillo blanco, se volvieron a interesar, pero las conversaciones tampoco llegaron a ningún lugar. Para dar entrada a un jugador consolidado como Miralem, deberían haber dado salida a algún miembro del tridente de la medular: Casemiro, Toni Kroos y Luka Modric. Ahora ídolo y fan se pueden cruzar en un clásico.
El verdugo de Pellegrini
Pjanic será recordado para el barcelonismo y madridismo por una noche en concreto. En 2010, cuando tenía 19 años y jugaba en el Olympique de Lyon, fue el verdugo del Real Madrid en octavos de final de la Champions League. La maldición de “los octavos” duró un total de seis años.
El equipo galáctico -Cristiano Ronaldo, Kaká y Benzema- debía remontar un 1-0 de la ida en Lyon. Manuel Pellegrini fue con todo a por la remontada y cuando parecía que la tenían ya muy encarrilada con un gol a favor del portugués, apareció el bosnio y empató el encuentro en el minuto 75. Un golpe para el madridismo, pues el Bernabéu además era la sede de la final.