Se avecina guerra importante en el Real Madrid el próximo verano. Florentino Pérez tiene la intención de llevar a cabo una renovación completa del equipo, empezando por las salidas. El máximo dirigente blanco ha incluido en su lista negra hasta a diez futbolistas, con los que intentará sacar una cantidad cercana a los 250 millones de euros.
Muchos de ellos son jugadores que ya tienen asimilada su marcha, ya que no están conformes con los minutos que están teniendo este curso, ni tampoco parece que vaya a mejorar su protagonismo en el equipo. Es el caso de jugadores como James Rodríguez, Gareth Bale o Mariano.
Marcelo celebrando su gol con Modric / EFE
Sin embargo, desde la secretaría técnica del equipo merengue también se tiene la intención de rejuvenecer al equipo, traspasando a algunas de las vacas sagradas que están protagonizando un descenso importante de rendimiento. En este grupo se incluiría a Luka Modric y a Marcelo.
No obstante, con estos parece que no todo será tan fácil. Se trata de dos auténticos símbolos del madridismo, y solo saldrán sí ellos están dispuestos a marcharse, ya que sacarlos por la puerta de atrás podría provocar una disputa importante contra la afición. Y, de momento, el brasileño no parece muy por la labor de facilitar su traspaso.
Símbolo del madridismo
El club madridista quiere desprenderse este verano de sus servicios. Y no es nada personal. Su relación con Zinedine Zidane es excelente (seguramente, uno de los motivos por los que todavía sigue en el Bernabéu), y tampoco se lleva mal con el presidente Florentino Pérez. Su marcha es un tema puramente deportivo.
En el Real Madrid quiere apostar por Mendy, que ya le había ganado el puesto antes del parón por el coronavirus, y recuperar a Achraf Hakimi. No hay sitio para Marcelo, y menos para sus 11,7 millones por temporada, uno de los mejor pagados del vestuario. La crisis económica provocada por el covid-19 implicará decisiones dolorosas, y una será la salida de Marcelo, uno de los ídolos de la hinchada.
Mendy, sustituyendo a Marcelo en un encuentro | EFE
Florentino Pérez quiere darle una despedida con honores. No obstante, es el mismo jugador el que tendrá la última palabra. Su contrato acaba en 2022, y será suya la decisión de marcharse ahora como un héroe, o aguantar dos años más posiblemente como suplente, y arriesgarse a convertirse en un villano.