La suspensión de todas las competiciones a causa del coronavirus podría jugar a favor de Zinedine Zidane. Después de perder el liderato en la Liga tras la derrota en el campo del Betis; y caer de forma estrepitosa en el Santiago Bernabéu ante el Manchester City en Champions League, el futuro del técnico francés se quedó en la cuerda floja.
Florentino Pérez no puede permitirse otra temporada en blanco. Se apostó de nuevo por Zidane, que llegó como el auténtico salvador, pero la realidad es que el equipo no está demostrando excesivas mejoras ni en cuanto a juego ni tampoco en los resultados. Está siendo un completo calco de Solari y Lopetegui.
Zidane dirigiendo a sus jugadores del Real Madrid / EFE
En este sentido, si finalmente se reanudan todos los grandes torneos, Zidane no tiene otra opción que intentar cambiar la dinámica de la plantila en poco tiempo. Su puesto depende de ello. Y más teniendo en cuenta que muchos miembros dentro del club siguen sin perdonarle su escabechina hace dos temporadas, y esperan cualquier decepción para intentar sacarlo del banquillo del Santiago Bernabéu.
El enemigo está en casa
Porque aunque muchas voces opinen que José Mourinho es el principal enemigo de Zidane, y podría ser su sustituto en el banquillo blanco, la realidad es que en estos momentos, el técnico galo tiene al enemigo en casa. Según apuntan desde la capital, la gran amenaza para el exfutbolista es José Ángel Sánchez, director general de la entidad de Chamartín.
Jose Ángel Sánchez, director general del Real Madrid | REDES
Sánchez sería la persona dentro de la entidad que más esfuerzos estaría haciendo para que el técnico francoargelino deje el Santiago Bernabéu por segunda vez en apenas dos años. Su objetivo, como el de tantos otros madridistas, es que Mourinho vuelva a dirigir el conjunto blanco para solucionar la crisis. Una mala relación potenciada especialmente por las formas de Zidane al dejar el Real Madrid en mayo de 2018.
Y es que Zidane fue capaz de dejar el Real Madrid sin que nadie del club sospechase nada. No hubo ninguna fuga de información, y solo anunció su fuga a los jugadores media hora antes de hacerlo oficial, en un grupo de Whatsapp. Una decisión que dejó en especial mal lugar a José Ángel Sánchez, el director general ejecutivo y mano derecha del presidente Florentino Pérez, por no haber detectado ningún indicio de dicha salida.
Jose Ángel Sánchez, hablando con Zidane | RM
Por tanto, Sánchez no se detendrá hasta conseguir que Zidane pierda su puesto en el Real Madrid. Aunque tenga que pasar por encima del mismísimo presidente, actualmente uno de los grandes valedores del míster francés, pese a sus rencillas en materia de fichajes. Florentino conserva una gran amistad con el entrenador desde su etapa como futbolista y está decidido a mantenerlo en el cargo mientras la situación no empeore.
Veremos cómo acaba esta polémica, pero lo que está claro es que Zidane debe protegerse sus espaldas, porque el enemigo lo tiene en casa y prácticamente visible. En su mano está aportar argumentos de peso para que su continuidad en el Real Madrid sea indudable la temporada que viene.